principia el 15 de noviembre.
POR EL METROPOLITA SIMEÓN DE NUEVA ESMIRNA
El día 15 del mes de noviembre, la Santa Iglesia de Cristo principia el Ayuno de la Gran Fiesta de la Natividad, según la carne, de nuestro Señor, Dios y Salvador Jesucristo.
El segundo ayuno más largo después de la Gran Cuaresma (que precede a la Semana Santa y a la Pascua) es el ayuno de la Natividad. También consta de cuarenta días, pero carece de la rigurosidad del ayuno de la Gran Cuaresma. Comienza el día 15 de noviembre y concluye el día 24 de diciembre.
La Fiesta de la Natividad, según la carne, de nuestro Señor Jesucristo, es la segunda fiesta más grande del Señor, nuestro Dios, del calendario cristiano. Hasta mediados del siglo IV, la Iglesia Oriental celebraba las Fiestas de la Natividad y la Epifanía el mismo día, el 6 de enero. La Navidad como fiesta separada, celebrada el 25 de diciembre, se introdujo en Oriente desde el Occidente a fines del siglo IV. San Juan Crisóstomo, quien fue el primero en hablar de la Fiesta de Navidad, la llama “la metrópoli de todas las fiestas” (PG 48, 752), y nos informa, corriendo el año 386, que “hace diez años ésta Fiesta se hizo conocida y familiar para nosotros” (PG 49, 351). Con la división de la Fiesta una vez unida y la introducción de tres Fiestas separadas, la Natividad el 25 de diciembre, la Circuncisión el 1° de enero y el Bautismo el 6 de enero, se formaron los llamados Doce Días de Navidad, que consisten en el período del 25 de diciembre hasta el 6 de enero. De ésta manera sobrevivió la antigua unidad de éstas dos fiestas de la Navidad y el Bautismo de nuestro Señor.
La gran importancia de ésta nueva Fiesta de la Natividad se adquirió con el tiempo en la conciencia de la Iglesia y la piedad de la gente, especialmente con los monásticos, quienes establecieron la condición para ayunar antes de Navidad. Ésto ciertamente fue influenciado y moldeado por los cuarenta días de ayuno de la Gran Cuaresma inmediatamente antes de la Gran Pascua. Al igual que con la Fiesta, también con el ayuno, el período de preparación para el nacimiento del Salvador apareció por primera vez en Occidente, donde a tal ayuno se lo llamó la Cuaresma de San Martín, porque comenzó en la Fiesta de éste Santo de la Iglesia Occidental. Lo mismo se repitió con Oriente, donde muchos lo llamaron Ayuno de la Cuaresma de San Felipe, porque comenzaba el día después de la conmemoración de éste Santo Apóstol. Las primeras referencias históricas que tenemos del ayuno antes de Navidad, se remontan al siglo V en Occidente y al siglo VI en Oriente. De los Padres Orientales que se refieren a ello son Anastasio de Sinaí, Nicéforo el Confesor, Teodoro el Estudita y Teodoro Balsamon.
Al principio, según parece, éste ayuno fue de corta duración. Teodoro Balsamon, quien escribió en el siglo XII, y nos informa de lo que sucedió en su tiempo, claramente lo llama un período de “siete días”. Bajo la influencia de la Gran Cuaresma, sin embargo, también se extendió a cuarenta días, sin emplear su rigurosidad.
¿Cómo debemos mantener éste ayuno? Durante la entera duración de éstos cuarenta días no hay consumición de carne, de productos lácteos, ni de huevos. Sin embargo, se permite consumir pescado todos los días, excepto los miércoles y viernes, del 15 de noviembre al 17 de diciembre. El pescado también está permitido en la Fiesta de la Presentación de la Theotokos, que se celebra el día 21 del mes de noviembre, sin importar el día de la semana en que caiga. Del 18 al 24 de diciembre, que son la Vísperas de Navidad, solo se permite el consumo de aceite y vino, excepto los miércoles y viernes en los que nos adherimos a un ayuno estricto. Deberíamos mantener un ayuno de alimentos secos también el primer día del ayuno, el día 15 de noviembre, así como en la víspera de Navidad, a menos que, por supuesto, caigan en sábado o domingo.
REFERENCIAS
La Ortodoxia es la Verdad. (2024). Comienzo del Ayuno de Navidad. Atenas, Grecia: https://laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com
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