23 de diciembre.
EL CAMINO ORTODOXO,
OBISPO KALLISTOS WARE.
En la Anunciación el Padre envía el Espíritu Santo sobre la Santísima Virgen María, y ella concibe al Hijo Eterno de Dios (Lc 1,35). Así que el hecho de que Dios se haga cargo de nuestra humanidad es una obra trinitaria. El Espíritu es enviado desde el Padre, para llevar a efecto la presencia del Hijo en el seno de la Virgen. La Encarnación, hay que añadir, no es sólo obra de la Trinidad, sino también obra del libre albedrío de María. Dios esperaba su consentimiento voluntario, expresado en las palabras: "He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra" (Lc 1:38).
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