conmemorado el 20 de marzo.
San Eufrosino (gr. Evphrósynos) de Sinozersk (Efraín en el mundo) nació en Karelia, cerca del lago Ladoga, en la segunda mitad del siglo XVI. En su juventud vivió cerca del Monasterio de Valaam y más tarde se mudó a Nóvgorod Velikii (es decir, el Grande). Después de pasar algún tiempo allí, el Santo se retiró a un lugar en las afueras de Nóvgorod: el “pentario” de Bezhetsk (una quinta parte de “Pyatiny Novgorodskiya”, que comprende cinco distritos periféricos de Nóvgorod el Grande).
Se convirtió en lector de los servicios religiosos en el pueblo de Doloska, a veinte verstas de la ciudad de Ustiuzhna de Zhelezopolska. Fue tonsurado en el Monasterio de la Dormición de Tijvin con el nombre de Eufrosino. Después de vivir allí durante algún tiempo, confesó al Superior su deseo de ir al desierto en busca de mayor soledad y una vida de ayuno y silencio. El Superior le habló de algunos de los peligros de la vida eremítica y luego le dio su bendición. Así, en el año 1600 comenzó su vida solitaria en los humedales a orillas del lago Sinozersk. Aquí el Santo hincó una Cruz y cavó una cueva. Vivió aquí durante dos años, sin comer nada más que vegetación silvestre, bayas y setas.
Inesperadamente, lo encontraron personas de las aldeas vecinas y acudieron a él en busca de instrucción, oración y consejo espiritual. Varios de ellos permanecieron con él. Pronto se hizo necesario construir una iglesia donde todos los hermanos pudieran orar unidamente. Limpiaron el bosque, cortaron madera y edificaron una iglesia. Como el Anciano, por humildad, no había sido ordenado, la iglesia fue consagrada por su compañero asceta san Gurias de Shalatsk (15 de noviembre) y dedicada a la Anunciación a la Santísima Theotokos. Ésto se hizo con la bendición del Arzobispo Isidoro de Nóvgorod (1603-1609). San Gurias visitaba en ocasiones el lago Sinozersk para orar con los hermanos, conversar con ellos sobre asuntos espirituales y darlos la Sagrada Comunión. En una de éstas visitas, san Eufrosino fue tonsurado en el Gran Esquema por san Gurias.
En el año 1612, cuando las tropas polacas arrasaban Rusia, muchas personas salvaron su vida ocultándose en el Monasterio de la Anunciación. El 19 de marzo, san Eufrosino reveló a todos que los polacos se dirigían al Monasterio y aconsejó a todos que huyeran.
“Mis amados hermanos e hijos en Cristo, aquel que desee escapar de una muerte segura, abandone el Monasterio de la Madre de Dios y sálvese de ésta gran calamidad, porque es agradable al justo juicio de Dios que pronto vengan enemigos a éste santo lugar”.
Muchos permanecieron incrédulos. “Entonces, ¿por qué no abandonas este lugar tú mismo?”, preguntaron.
El Anciano respondió: “He venido aquí para morir por Cristo”.
Los que obedecieron al Santo y abandonaron el Monasterio se salvaron, pero todos los que permanecieron sufrieron una muerte horrible.
San Jonás era uno de los monjes del Monasterio. Asustado por la predicción del Anciano, deseó huir con los demás, pero san Eufrosino lo detuvo, inspirándolo con celo por la casa de Dios.
“Hermano Jonás”, dijo, “¿por qué permites que entre en tu alma el temor de los pusilánimes? Cuando comienza la batalla, es el momento de la valentía. Por el amor de Cristo, no tengamos miedo de algún temor pasajero. Hemos prometido vivir y morir aquí en el desierto. Debemos ser fieles a nuestro voto, hecho ante el Señor. Es diferente para los laicos, que no están obligados por un voto. Deben perdonarse por el bien de sus hijos”.
Enardecido de espíritu, san Jonás puso toda su esperanza en Dios y decidió morir allí en el desierto con su Anciano.
Pasado ésto, san Eufrosino vistió el Gran Esquema y pasó la noche entera en oración. Al día siguiente, 20 de marzo, las fuerzas polacas irrumpieron en el Monasterio. Con el atuendo de un monje Esquema, el Santo salió de su celda y se puso de pie junto a la Cruz que había hincado. El enemigo le dijo: “Anciano, danos todas las posesiones del Monasterio”. “Todas mis posesiones y las de éste Monasterio están en la iglesia de la Purísima Theotokos”, respondió.
Se refería a los tesoros espirituales que no se pueden robar (Mt 6:19-21). Al no comprender ésto, los polacos corrieron a la iglesia. Uno de ellos sacó una espada y asestó a san Eufrosino. Cortaron su cuello hasta la mitad y el Santo Anciano cayó sin vida al suelo. Cuando los polacos regresaron, enfurecidos porque no habían encontrado nada en la iglesia, uno de ellos golpeó la cabeza del Santo con un hacha. San Jonás pereció junto con su Anciano, se lo conmemora con San Eufrosino.
Un cierto cristiano piadoso, Ioann Suma, también se había alojado en el Monasterio con los monjes. Cuando los polacos atacaron, él estaba en la celda del Anciano. A pesar de las graves heridas que recibió de éstos rufianes, Ioann permaneció vivo, aunque inconsciente. Después de que los polacos se marcharon, recuperó el sentido y contó a su hijo Emilian lo que había sucedido. Por ellos, los habitantes cercanos se enteraron de la destrucción del Monasterio y de la muerte como mártir de san Eufrosino.
El día 28 del mes de marzo, los cuerpos de san Eufrosino, san Jonás y todos los demás que perecieron a espada, fueron sepultados con la debida reverencia junto a la Cruz donde sufrieron el martirio.
Treinta y cuatro años después de la muerte del santo, un hombre de nombre Moisés construyó una nueva iglesia dedicada a la Santísima Trinidad. Con la bendición del Metropolita Makarios de Nóvgorod, las reliquias incorruptas de san Eufrosino fueron trasladadas a un nuevo relicario debajo del campanario el 25 de marzo de 1655.
Según los registros del Monasterio, el Hieromártir Eufrosino era de mediana estatura, con hombros anchos y pecho ancho. Su cabello era castaño, con matices de gris. Su barba era larga y dividida en dos en su parte inferior.
San Eufrosino fue glorificado por la Iglesia Ortodoxa Rusa el 29 de junio de 1912.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2024). Monastic Martyr Euphrosynus of Blue Jay Lake, Novgorod. New York, Estados Unidos: OCA.
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