top of page

Meditaciones Sobre La Natividad: Lectura número veintiocho.

Foto del escritor: monasteriodelasant6monasteriodelasant6

HOMILÍA SOBRE NUESTRO SEÑOR,

SAN EFRÉN EL SIRIO.

 

2. El Unigénito peregrinó de la Esencia Divina y residió en una virgen, para que a través del nacimiento según la carne el Unigénito se convirtiera en hermano de muchos. Y peregrinó del Seol y residió en el reino, para hollar un camino desde el Seol, que a todos defrauda, hasta el reino, que a todos recompensa. Porque nuestro Señor ofreció su resurrección como garantía a los mortales de que los conduciría fuera del Seol, que recibe a los difuntos sin distinción, al reino, que recibe a los huéspedes con distinción, para que podamos viajar desde donde los cuerpos de todos son tratados sin distinción, a donde los esfuerzos de todos sean tratados con distinción.

 

3. Él es Aquel Quien descendió al Seol y ascendió del sitio aquel que corrompe a sus moradores, para llevarnos al sitio aquel que nutre a sus moradores con sus bendiciones. Sus moradores son aquellos que han coronado y adornado sus inmarcesibles moradas para sí en ese mundo con aquello que poseen de los capullos y flores marchitos de este mundo.

 

4. El Primogénito, que fue engendrado según Su naturaleza, experimentó otro nacimiento fuera de Su naturaleza, para que nosotros comprendiéramos que después de nuestro nacimiento según nuestra naturaleza, debemos experimentar otro nacimiento fuera de nuestra naturaleza. Como ser espiritual, no pudo volverse corpóreo hasta el tiempo del nacimiento corpóreo. Y así también los seres corpóreos, a menos que experimenten otro nacimiento, no pueden volverse espirituales. El Hijo, cuyo nacimiento está más allá de toda especulación, pasó por otro nacimiento, accesible a todo entendimiento. Entonces, por el primero aprendemos que Su majestad no conoce límites, y por el segundo nos percatamos de que Su bondad no conoce fronteras. Porque Su majestad acrecienta sin fronteras, cuyo primer nacimiento no puede ser imaginado por mente ninguna; y su bondad sobreabunda sin límites, cuyo segundo nacimiento es proclamado por boca toda.

0 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page