conmemorada el 1° de octubre.
Ésta milagrosa aparición de la Santísima Madre de Dios ocurrió a mediados del siglo X en la ciudad de Constantinopla, en la iglesia de Blaquerna, suburbio situado en el noroeste de la ciudad, donde se conservaban su manto, velo y parte de su cinturón tras ser trasladados desde Palestina en el siglo V.
El domingo 1° de octubre, durante la Vigilia de toda la noche, cuando la iglesia estaba plena de orantes, el Loco por Cristo san Andrés (2 de octubre), a la hora cuarta, alzó sus ojos hacia el cielo y contempló a nuestra Gloriosa Señora la Santísima Madre de Dios descendiendo por el aire, resplandeciente con luz celestial y rodeada por una asamblea de los Santos. El Santo, Honorable, Glorioso, Profeta y Precursor Juan Bautista del Señor, y el Santo Apóstol y Evangelista Juan el Teólogo acompañaban a la Reina del Cielo. La Santísima Virgen, de rodillas, oró largamente entre lágrimas por los cristianos. Luego, aproximándose al trono del obispo, continuó su oración.
Después de completar su oración, tomó su velo y lo extendió sobre los orantes en la iglesia, protegiéndolos de todo enemigo, así visible como invisible. Nuestra Gloriosa Señora, la Santísima Madre de Dios resplandecía con gloria celestial y el velo protector en sus manos brillaba “más que los rayos del sol”. Con temor y temblor, san Andrés contempló la milagrosa visión y preguntó a su discípulo, el bienaventurado Epifanio, quien permanecía a su lado: “¿Ves, hermano, a la Santísima Theotokos, orando por el mundo entero?” Epifanio respondió: “Ya veo, santo padre, y estoy admirado”.
La Siempre Bendita Madre de Dios imploró al Señor Jesucristo que aceptara las oraciones de todo el pueblo que invocaba Su Santísimo Nombre, y que respondiera prontamente a su intercesión: “Oh Rey Celestial, acepta a todos los que te oran e invocan mi nombre para ayuda. No dejes que se alejen de mi ícono sin ser escuchados”.
Los Santos Andrés y Epifanio fueron dignos de contemplar a la Madre de Dios en oración, y “durante mucho tiempo observaron el Velo Protector extendido sobre el pueblo y brillando con destellos de gloria. Mientras la Santísima Theotokos estuvo allí, el Velo Protector también fue visible, pero con su partida también se volvió invisible. Después de llevarlo consigo, dejó la gracia de su visitación”.
En la iglesia de Blaquerna la memoria de la aparición milagrosa de la Madre de Dios se conservó. En el siglo XIV, el peregrino y clérigo ruso Alejandro vio en la iglesia un icono de la Santísima Theotokos orando por el mundo, representando a san Andrés en su contemplación.
La Crónica Primaria de San Néstor narra que la intercesión protectora de la Madre de Dios fue necesaria por causa de un ataque de una gran flota pagana rusa bajo el liderazgo de Askole y Dir. La Fiesta celebra la divina destrucción de la flota que amenazara a Constantinopla, en algún momento de los años 864-867 o según el historiador ruso Vasiliev, el 18 de junio del año 860. Irónicamente, los eslavos guardan ésta Fiesta con mayor devoción que los griegos.
La Crónica Primaria de San Néstor igualmente señala la milagrosa liberación que siguió a una Vigilia de toda la noche y la inmersión del manto de la Madre de Dios en las aguas del mar en la iglesia de Blaquerna, pero no menciona a los Santos Andrés y Epifanio y su visión de la Madre de Dios en oración. Éstos últimos pormenores, y los inicios de la celebración de la Fiesta de la Protección, parecen ser posteriores a san Néstor y la Crónica. Se podría observar una complicación histórica adicional al fechar la muerte (2 de octubre) de San Andrés en el año 936.
El año de su dormición podría no ser del todo confiable, o la afirmación de que sobrevivió hasta una edad avanzada después de la visión de su juventud, o que su visión involucraba alguna incursión pagana rusa posterior que corrió el mismo destino. La sugerencia de que san Andrés era eslavo (o escita según otras fuentes, como Serguéi Nikoláievich Bulgakov) es interesante, pero no necesariamente exacta. El alcance de la expansión y repoblación eslava en Grecia es tema de disputas académicas.
En el Prólogo, un libro ruso del siglo XII, una descripción del establecimiento de la Fiesta especial que registra éste evento dice: “Porque cuando oímos, comprendimos cuán maravillosa y misericordiosa era la visión… y devino que Tu Santa Protección no había de quedar sin celebración festiva, oh Siempre Bendita!”.
Por eso, en la celebración festiva de la Protección de la Madre de Dios, la Iglesia rusa canta: “Con los coros de los Ángeles, oh Soberana Señora, con los venerables y gloriosos profetas, con los Primeros Apóstoles y con los Hieromártires y Jerarcas, orad por nosotros pecadores, glorificando la Fiesta de vuestra Protección en la Tierra Rusa”. Además, parece que san Andrés, quien contemplara la visión milagrosa, era eslavo; encima, fue hecho cautivo y se convirtió en esclavo del hombre de nombre Teognosto, ciudadano de Constantinopla.
Las iglesias en honor a la Protección de la Madre de Dios comenzaron a aparecer en Rusia en el siglo XII. Ampliamente conocido por su valor arquitectónico es el templo de la Protección en Nerl, que fue construido en el año 1165 por el Santo Príncipe Andréi Bogoliubski. Los esfuerzos de éste Santo Príncipe establecieron también en la Iglesia rusa la Fiesta de la Protección de la Madre de Dios, alrededor del año 1164.
En Nóvgorod, en el siglo XII, había un Monasterio de la Protección de la Santísima Theotokos (el llamado monasterio de Zverin). En Moscú, también bajo el zar Iván el Terrible, se construyó la catedral de la Protección de la Madre de Dios en la iglesia de la Santísima Trinidad (conocida como la iglesia de San Basilio el Bendito).
En la Fiesta de la Protección de la Santísima Theotokos imploramos el amparo y asistencia de la Reina del Cielo: “Recuérdanos en tus oraciones, oh Señora Virgen Madre de Dios, para que no perezcamos por el aumento de nuestros pecados. Protégenos de todo mal y de graves aflicciones, porque en ti esperamos, y venerando la Fiesta de tu Protección, te magnificamos”.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2023). The Protection of our Most Holy Lady the Mother of God and Ever-Virgin Mary. New York, Estados Unidos: OCA.
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