conmemorado el 15 de septiembre.
Nuestro Santo Padre Besarión era originario de un pueblo llamado Porta Panagia, cerca de Tríkala en Tesalia. Nació en 1490 con el nombre de Basilio Tsigaridas (o Ganas) y fue criado por padres ortodoxos. Mientras continuaba sus estudios, se enamoró apasionadamente de la vida monástica a la edad de diez años. Por tal razón se dirigió al Metropolitano Marcos de Larisa y permaneció con él durante mucho tiempo como novicio. Luego pasó por todos los rangos canónicos del sacerdocio, primero convirtiéndose en Lector, luego en Subdiácono, luego en Diácono, luego en Sacerdote. Después de esto, fue ordenado obispo de Domenico y Elassona a la edad de veintisiete años en el año 1517.
Cuando el Santo se presentó en su diócesis, la gente no lo aceptó y lo echó. Se cree que esto se debió a su corta edad o a una cierta rivalidad porque esta diócesis se había convertido en un arzobispado independiente y se negaron a someterse al metropolitano de Larisa. Por eso apelaron al patriarca Theoleptos (1513-1522), y recibieron al arzobispo Neophytos, cuyo cuerpo resultó ser incorrupto después de su muerte. Por lo tanto, el bendito Besarión, imitador de Cristo, no tomó en serio el rechazo de su pueblo, sino que lo tomó como una oportunidad para la hesiquía (gr. “quietud”, “silencio”) y partió una vez más para vivir con su padre espiritual y Anciano, el metropolitano Marcos. Allí, en Larisa, sirvió y sanó con sus palabras y acciones a los enfermos y pobres tanto física como espiritualmente.
Después de servir a la gente de Larissa de tal manera durante cuatro años, la Diócesis de Stagoi (hoy conocida como Kalambaka) se quedó sin pastor. Por eso pidieron que el Santo los presidiera como Exarca en 1521, lo que hizo durante seis años. Pero ésta posición no le trajo más que pruebas y tribulaciones, y resultó en su exilio por parte de uno llamado Dometios.
El metropolitano Marcos reposó en 1527 y, a petición de todos los obispos, clérigos y laicos, fue elegido Besarión y nombrado Metropolitano de Larisa en 1522 por el patriarca Jeremías (1522-1546). Su servicio como obispo estuvo marcado por numerosas acciones agradables a Dios, porque no solo se preocupaba por las necesidades espirituales de su rebaño, sino que también les ofrecía ayuda práctica en momentos de necesidad. Así pues, rescató a muchos de los que estaban cautivos, y planeó y supervisó la construcción de un puente sobre el Aspropotamos, que fue una empresa atrevida que nadie antes que él pudo realizar debido al aumento de las aguas de ese río ante las lluvias, y todavía permanece como un recordatorio de su labor.
Fundó y construyó desde los cimientos el hermoso Monasterio de nuestro Salvador Cristo, conocido como Dousikou, en el pueblo de san Besarión (Agios Vissarion, antes Dusan) en Pyli, junto con su hermano el obispo Ignatios de Phanarion (1527-1534). Éste Monasterio fue posteriormente ampliado y embellecido por su sobrino Neophytos II, metropolitano de Larisa (1550-1569).
San Besarión estableció este Monasterio para ser avaton (del gr. “ἄβατον”), lo que significa que se ciñe a ciertas restricciones, en éste caso a las visitas femeninas, lo cual permanece hasta el día de hoy.
Después de haber supervisado a su rebaño de una manera agradable a Dios, san Besarión partió hacia el Señor a la edad de cincuenta años el 13 (o 15) de septiembre de 1540, después de dar sus últimas palabras y bendiciones al clero y a los monjes de su diócesis desde su lecho de muerte.
Sus sagradas reliquias fueron posteriormente robadas y vendidas por un turco, a excepción de su cráneo, que fue preservado milagrosamente. De éste cráneo sagrado fluía abundante mirra y es fuente de numerosos milagros, especialmente ante personas de enfermedades de plagas y pestes que acuden a él con fe.
REFERENCIAS
La Ortodoxia es la Verdad. (2023). San Besarion, Metropolitano de Larisa. Atenas, Grecia: https://laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com
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