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SAN CIRILO, ARZOBISPO DE ALEJANDRÍA

conmemorado el 09 de junio.


San Cirilo, Arzobispo de Alejandría, insigne adalid de la ortodoxia y venerable enseñante de la Iglesia, provenía de una renombrada y piadosa familia cristiana. Estudió las ciencias seculares, incluida la filosofía, pero se empeñó sobre todo por adquirir el conocimiento de las Sagradas Escrituras y la Verdad de la fe cristiana. En su juventud, Cirilo ingresó en el Monasterio de Macario en las colinas de Nitreia, donde permaneció por seis años. Teófilo (385-412), el patriarca de Alejandría, lo ordenó diácono, lo contó entre el clero y lo encomendó la predicación.

Pasado el reposo del patriarca Teófilo, Cirilo fue elegido por unanimidad para el trono patriarcal de la iglesia de Alejandría. Encabezó la lid contra la propagación de la herejía de Novaciano en Alejandría, quien enseñaba que cualquier cristiano que se hubiera apartado de la Iglesia durante un tiempo de persecución, no podía ser recibido de nuevo en ella.

Cirilo, viendo la ineficacia de amonestar a los herejes, buscó su expulsión de Alejandría. Los judíos personificaron un gran peligro para la Iglesia, instigando reiteradas revueltas, acompañadas de brutales matanzas de cristianos. El Santo Cirilo combatió durante mucho tiempo con ellos. Para eliminar los restos del paganismo, el Santo expulsó a los demonios de un antiguo templo pagano y construyó una iglesia en su lugar, a la cual fueron trasladadas las reliquias de los Santos Anárgiros Ciro y Juan. Una lucha más difícil esperaba al Santo con el surgimiento de la herejía nestoriana.

Nestorio, presbítero de la iglesia de Antioquía, fue elegido en el año 428 para la sede de Constantinopla, desde donde difundió su herética enseñanza contra el dogma en torno de la unión inconfundible de dos naturalezas en la Persona del Señor Jesucristo. Nestorio llamó a la Madre de Dios no Theotokos, sino Christotokos o “dadora de Cristo”, lo que implica que ella no dio a luz a Dios, sino solo al hombre Cristo.

El Santo Patriarca Cirilo escribió repetidamente a Nestorio señalando su error; Nestorio, sin embargo, se obstinó en él. Entonces el Santo envió epístolas contra el nestorianismo al clero de Constantinopla lo mismo que al Santo emperador Teodosio el Joven (408-450), denunciando la herejía. Cirilo escribió también a otras iglesias, al Papa Celestino y a los demás Patriarcas, e incluso a los monjes de varios monasterios, advirtiendo del surgimiento de tan perniciosa herejía.

Nestorio inició una persecución abierta contra los ortodoxos. En su presencia, uno de sus partidarios, el obispo Doroteo, pronunció un anatema contra aquel que llamara a la Santísima Virgen María Theotokos.

Nestorio detestaba al Santo Cirilo y confeccionó contra él todo tipo de calumnia y falsedad, llamándolo hereje. El Santo siguió defendiendo la ortodoxia con toda su fuerza. La situación se agravó tanto, que se hizo necesario convocar un Concilio Ecuménico, el cual se reunió en la ciudad de Éfeso en el año 431. Al Concilio arribaron 200 obispos de todas las Iglesias cristianas. Nestorio, esperando la llegada del obispo Juan de Antioquía y otros obispos sirios, no estuvo de acuerdo con la apertura del Concilio. No obstante, los Padres del Concilio dieron inicio a las sesiones, presididas por Cirilo. Habiendo examinado la enseñanza de Nestorio, el Concilio lo condenó como hereje. Nestorio no se sometió al Concilio, y el obispo Juan abrió un “concilio de profanadores”, que decretó hereje a Cirilo. El descontento aumentó. Por orden del emperador, el patriarca Cirilo de Alejandría y el arzobispo Memnón de Éfeso fueron encarcelados y Nestorio fue depuesto.

Pronto fueron liberados los Santos Cirilo y Memnón, dando continuidad a las sesiones del Concilio. Nestorio, al no someterse a las determinaciones del Concilio, fue privado del rango sacerdotal. Por orden del emperador fue enviado al remoto Sasim en el desierto de Libia, donde expiró en doloroso tormento. Su lengua, habiendo blasfemado a la Madre de Dios, fue alcanzada por el castigo ─en ella se gestaron gusanos. Incluso el obispo Juan de Antioquía y los demás obispos sirios firmaron los decretos del Concilio de Éfeso.

Cirilo guio a la iglesia de Alejandría por 32 años, y hacia el final de su vida el rebaño fue lavado de herejes. Con delicadeza y cautela, Cirilo se acercaba a cualquiera que, por su propia sencillez y desconocimiento, cayera en la falsa ciencia. Había un cierto Anciano, un asceta de vida profunda, que incorrectamente consideraba al Sacerdote Veterotestamentario Melquisedec como el Hijo de Dios. Cirilo oró para que el Señor revelara al Anciano la forma correcta de ver al justo. Pasados tres días, el Anciano se aproximó a san Cirilo y le dijo que el Señor le había revelado que Melquisedec era un simple hombre.

Cirilo aprendió a superar su prejuicio contra la memoria del gran Santo Juan Crisóstomo. Teófilo, patriarca de Alejandría y tío de Cirilo, fue antagonista de Juan y presidió un concilio para juzgarlo. Cirilo se encontró así en un círculo antagónico a Juan Crisóstomo, e involuntariamente adquirió un prejuicio en contra suya. Isidoro de Pelusio escribió repetidamente a Cirilo y lo instó a incluir el nombre del gran Padre de la Iglesia en los dípticos de los Santos, pero Cirilo no estuvo de acuerdo.

Una vez en un sueño vio un templo maravilloso, en el que la Madre de Dios estaba rodeada por una multitud de ángeles y santos, entre quienes se contaba Juan Crisóstomo. Cuando Cirilo deseó acercarse a la Santísima Señora y venerarla, Juan Crisóstomo no lo permitió. La Theotokos pidió a Juan que perdonara a Cirilo por haber pecado contra él por ignorancia. Al ver que Juan vacilaba, la Madre de Dios dijo: “Perdónalo por mí, ya que ha trabajado mucho por mi honor y me ha glorificado entre la gente llamándome Theotokos”. Juan respondió: “Por tu intercesión, Señora, lo perdono”, y luego abrazó a Cirilo con amor.

Cirilo se arrepintió de haber guardado tal resentimiento contra tan Gran Santo de Dios. Habiendo convocado a todos los obispos egipcios, celebró una fiesta solemne en honor de Juan Crisóstomo.

Cirilo durmió en el Señor en el año 444, dejando tras de sí muchas obras. En particular, deben mencionarse las siguientes: comentarios sobre el Evangelio de Lucas, sobre el Evangelio de Juan, sobre las Epístolas del Apóstol Pablo a los Corintios y a los Hebreos; también una Apología del Cristianismo contra el Emperador Juliano el Apóstata (361-363). De gran importancia son sus Cinco Libros contra Nestorio; una obra sobre la Santísima Trinidad bajo el título Tesauro, escrita contra Arrio y Eunomio. También dos composiciones dogmáticas sobre la Santísima Trinidad, distinguidas por una precisa exposición de la enseñanza ortodoxa sobre la Procesión del Espíritu Santo. Cirilo escribió contra el antropomorfismo para varios egipcios, quienes por ignorancia representaban a Dios en forma humana. Entre las obras de Cirilo se encuentran también las Discusiones, entre las que se encuentra el conmovedor y edificante Discurso sobre el Éxodo del Alma.

Hoy, 09 de junio, la Iglesia de Cristo conmemora el reposo de éste gran Padre de la Iglesia. También se lo celebra el 18 de enero, tiempo de su huida de Alejandría.



REFERENCIAS

Orthodox Church in America. (2023). Saint Cyril, Archbishop of Alexandria. New York, Estados Unidos: OCA.

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