conmemorado el 11 de marzo.
San Sofronio, Patriarca de Jerusalén, nació en Damasco hacia el año 560. Desde su juventud se distinguió por su piedad y su amor por los estudios clásicos. Era especialmente competente en filosofía, por lo que se lo conocía como Sofronio el Sabio. El futuro jerarca, sin embargo, buscó la verdadera filosofía del monaquismo y las conversaciones con los habitantes del desierto.
Arribó a Jerusalén al monasterio de San Teodosio, y allí se hizo amigo del Hieromonje Juan Mosco, convirtiéndose en su hijo espiritual y sometiéndose a él en obediencia. Visitaron varios monasterios y escribieron las vidas y la sabiduría espiritual de los ascetas que conocieron. De éstas notas surgió su renombrado libro, EL PRADO ESPIRITUAL (griego: LEIMONARION), el cual fuera sumamente apreciado en el Séptimo Concilio Ecuménico.
Para salvarse de las devastadoras incursiones de los persas, los santos Juan y Sofronio partieron de Palestina y marcharon hacia Antioquía, y, de allí, a Egipto. En Egipto, san Sofronio enfermó gravemente. Durante éste tiempo decidió hacerse monje y fue tonsurado por san Juan Mosco.
Una vez que san Sofronio recobró la salud, decidieron permanecer en Alejandría. Allí fueron recibidos por el Santo Patriarca Juan el Misericordios, a quien prestaron gran ayuda en la lucha contra la herejía monofisita. En Alejandría, san Sofronio tuvo una aflicción en los ojos, y se volvió con oración y fe a los Santos Anárgiros Ciro y Juan, y obtuvo la curación en una iglesia que ostenta su nombre. En agradecimiento, san Sofronio escribió entonces las Vidas de éstos santos anárgiros.
Cuando los bárbaros comenzaron a amenazar Alejandría, el patriarca Juan, acompañado de los santos Sofronio y Juan Mosco, partió hacia Constantinopla, pero expiró en el camino. Los santos Juan Mosco y Sofronio partieron luego hacia Roma en compañía de dieciocho monjes. San Juan Mosco falleció en Roma. Su cuerpo fue llevado a Jerusalén por san Sofronio y enterrado en el monasterio de san Teodosio.
En el año 628, el Patriarca Zacarías de Jerusalén (609-633) retorna de su cautiverio en Persia. Tras su muerte, el trono patriarcal fue ocupado por dos años por san Modesto. Después de la muerte de san Modesto, san Sofronio fue elegido Patriarca. San Sofronio trabajó mucho por el bienestar de la Iglesia de Jerusalén como su primado (634-644).
Hacia el final de su vida, san Sofronio y su rebaño vivieron un asedio de Jerusalén por parte de los musulmanes durante dos años. Agotados por el hambre, los cristianos finalmente accedieron a abrir las puertas de la ciudad, con la condición de que el enemigo perdonara los lugares santos. Pero ésta condición no se respetó, y san Sofronio murió de pena por la profanación de los santos lugares cristianos.
Se conservan obras escritas del Patriarca Sofronio en el área de la dogmática, así como su “Excurso sobre la Liturgia”, la vida de santa María de Egipto, así como cerca de 950 himnos desde Pascua hasta la Ascensión.
Siendo aún Hieromonje, san Sofronio revisó y corrigió la Regla del Monasterio de San Sabas el Santificado. Los tres Cánones del santo para el Gran Ayuno de los Cuarenta Días Santos están incluidos en el Triodio Cuaresmal contemporáneo.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2023). Saint Sophronius, Patriarch of Jerusalem. New York, Estados Unidos: OCA.
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