conmemorada el 13 de junio.
La Santa Mártir Aquilina, oriunda de la ciudad fenicia de Biblos, padeció en el tiempo del emperador Diocleciano (284-305). Sus padres la criaron en la piedad cristiana. Cuando la niña tenía solo doce años, persuadió a un amigo pagano para que se convirtiera a Cristo. Uno de los sirvientes del gobernador imperial Volusiano la acusó de enseñar a otros a no seguir la religión de sus padres. La niña confesó firmemente su fe en Cristo ante el gobernador, diciendo que no renunciaría a Él. Volusiano trató de influir en la joven confesora a través de la persuasión y la adulación, pero al advertir su confianza, ordenó su tormento.
Golpearon su rostro, luego la desnudaron y la azotaron con látigos. El torturador preguntó: “¿Dónde está, pues, vuestro Dios? Que venga y os quite de mis manos”.
La Santa respondió: “El Señor está aquí conmigo invisiblemente, y cuanto más sufro, más fuerza y resistencia me dará”.
Perforaron sus orejas con ardientes varillas de metal. La Santa Virgen se desplomó como muerta. El torturador pensó que la niña realmente había expirado y dio órdenes de arrojar su cuerpo fuera de la ciudad para que se lo comieran los perros.
Por la noche un santo ángel se apareció a Santa Aquilina, la despertó y le dijo: “Levántate y sé salva. Ve y denuncia a Volusiano, para que él y sus planes queden en nada”.
La Mártir se presentó en la corte del gobernador Volusiano y se mantuvo de pie ante él. Al ver a Santa Aquilina, llamó a sus criados y les ordenó que la velaran hasta la mañana.
Por la mañana condenó a muerte a Santa Aquilina, diciendo que era una hechicera que no obedecía los decretos imperiales. Cuando condujeron a la Santa a la ejecución, ella oró y dio gracias a Dios por permitirla sufrir por Su Santo Nombre.
Se escuchó una voz en respuesta a su oración, llamándola al Reino celestial. Antes de que el verdugo pudiera ejecutar la sentencia, la Mártir entregó su espíritu a Dios (+ 293). El verdugo temió desobedecer las órdenes del gobernador, por lo que cortó su cabeza a pesar de que ya estaba muerta.
Los cristianos piadosamente enterraron el cuerpo de la Santa Mártir. Más tarde, sus reliquias fueron llevadas a Constantinopla y dispuestas en una iglesia que lleva su nombre.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2023). Martyr Aquilina of Byblos in Syria. New York, Estados Unidos: OCA.
Comentários