conmemorada el 19 de febrero.
La Santa Mártir Filotea nació en Atenas en 1522. Sus padres, Syriga y Ángelos Benizelos, eran célebres no sólo por su eminencia y fortuna, sino, asimismo, por su profunda devoción. A menudo, la bondadosa Syriga había implorado a la Santísima Madre de Dios por un niño. Sus fervientes oraciones fueron escuchadas y la pareja concibió una hija. La dieron el nombre de Revoula.
Los padres criaron a su hija con profunda piedad y recta creencia, y cuando ella tenía doce años la entregaron en matrimonio. Su marido resultó ser un hombre impío y procaz, que a menudo azotaba y atormentaba a su esposa. Revoula soportó pacientemente el abuso y oró a Dios para que su marido entrara en razón.
Después de tres años, el marido de Revoula falleció y ella comenzó a laborar en ayuno, vigilia y oración. La Santa fundó un Monasterio de mujeres en nombre del Santo Apóstol Andrés el Primero Llamado (30 de noviembre y 30 de junio). Cuando se completó el monasterio, la Santa fue la primera en aceptar la tonsura monástica, con el nombre de Filotea.
Durante éste tiempo, Grecia sufría bajo el yugo turco y numerosos atenienses habían sido convertidos en esclavos por sus conquistadores turcos. Santa Filotea utilizó todos sus medios para libertar a sus compatriotas, rescatando a muchas mujeres de la servidumbre. Una vez, cuatro mujeres huyeron de sus amos turcos, quienes les exigieran que renunciaran a su Fe en Cristo; por tanto, buscaron refugio en el Monasterio de Santa Filotea.
Los turcos, al saber adónde habían ido las mujeres griegas, irrumpieron en la celda de la Santa y la golpearon. La llevaron ante el gobernador, quien aprisionó a la Santa Asceta. Por la mañana se había reunido una turba de turcos y la sacaron de la prisión. El gobernador dijo que si no renunciaba a Cristo, la despedazarían.
Justo cuando Santa Filotea estaba lista para aceptar la corona de mártir, una multitud de cristianos se reunió por la gracia de Dios. Pacificaron a los jueces y liberaron a la Santa. Al regresar a su Monasterio, Santa Filotea continuó con sus esfuerzos de abstinencia, oración y vigilia, por lo que se la concedió el don de obrar milagros. En Patesia, un suburbio de Atenas, fundó un nuevo Monasterio, donde luchó en el ascetismo en compañía de las hermanas.
Durante la Vigilia de san Dionisio el Areopagita (3 de octubre), los turcos se apoderaron de Santa Filotea y la torturaron. Finalmente la arrojaron al suelo medio muerta. Las hermanas, entre lágrimas, llevaron a la Santa Mártir, desangrando, a Kalogreza, donde durmió en el Señor el día 19 del mes de febrero del año 1589. Poco después, las reliquias de la Santa Mártir Filotea fueron trasladadas a la iglesia catedral de Atenas.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2024). Martyr Philothea the Monastic. New York, Estados Unidos: OCA.
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