conmemorada el 08 de octubre.
Santa Thaïs de Egipto, criada por su madre en un espíritu apartado de la piedad cristiana, llevó una vida corrompida y disoluta. Era célebre por su belleza, llevando a muchos por el camino de la perdición.
El relato sobre la pródiga Thaïs se extendió por todo Egipto y llegó hasta san Pafnucio, un riguroso asceta que había convertido a muchos a la salvación. San Pafnucio se vistió con ropas mundanas y en encontrando a Thaïs, la ofreció dinero como si quisiera pagar sus favores. Fingió temer que alguien los viera, así que preguntó si había un lugar donde no los descubrieran. Thaïs dijo que podían cerrar la puerta con llave y disfrutar de entera privacidad. “Pero si temes a Dios”, dijo ella, “no hay sitio donde puedas huir de Él”. Al ver que ella sabía acerca de Dios y del castigo de los impíos, el Anciano preguntó por qué se conducía en una vida pecaminosa y conducía a otros a la ruina de sus propias almas. Él habló del castigo eterno que tendría que arrostrar por sus propios pecados y por las personas que ella había corrompido y destruido.
Las palabras de san Pafnucio afectaron tanto a la pecadora que ella reunió todas sus riquezas adquiridas a través de su vida vergonzosa y luego las prendió fuego en la plaza de la ciudad. Luego san Pafnucio la encerró en una pequeña celda, donde vivió en reclusión durante tres años. Volviéndose hacia el Este, Thaïs repetía constantemente la breve oración: “¡Mi Creador, ten piedad de mí!”.
“Desde el momento en que entré en la celda”, dijo Thaïs al Anciano antes de su muerte, “todos mis pecados estaban constantemente ante mis ojos, y lloraba cuando los recordaba”.
A lo cual, san Pafnucio respondió: “Es por tus lágrimas, y no por la austeridad de tu reclusión, que el Señor te ha concedido misericordia”.
Santa Thaïs estuvo enferma durante tres días, luego durmió en el Señor. Así pues, ésta mujer, que había sido prostituta y pecadora, ha entrado en el Reino de Dios antes que nosotros (Mt 21:31). San Pablo el Sencillo (4 de octubre) vio en una visión el lugar preparado para la penitente Thaïs en el Paraíso.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2024). Venerable Thais of Egypt. New York, Estados Unidos: OCA.
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