conmemorada el 24 de diciembre.
La Santa Virgen Mártir Evgenía, era romana de nacimiento. Moró en Alejandría, donde su padre Felipe fue enviado por el emperador Cómodo (180-192) para el cargo de prefecto de Egipto. Evgenía recibió una excelente educación y se destacó por su belleza y buena disposición. Muchos jóvenes ilustres buscaron su mano, mas ella no deseó casarse con ninguno, pues había resuelto conservar su virginidad.
Providencialmente, conoció las Epístolas del Santo Apóstol Pablo. Ella anhelaba con toda su alma convertirse en cristiana, pero mantuvo ésto en secreto de sus padres. En ese momento, los cristianos fueron desterrados de Alejandría por orden del emperador. Deseosa de aprender más sobre las enseñanzas cristianas, pidió permiso para visitar una de las haciendas familiares fuera de la ciudad, supuestamente para disfrutar del campo. Se fue en compañía de sus dos sirvientes Proto y Jacinto, vestida con prendas de hombre. Ella y sus compañeros fueron bautizados en cierto monasterio por el obispo Elías (14 de julio), quien supo de ella en una visión. Él la bendijo para seguir el ascetismo en el monasterio disfrazada como monje con el nombre Evgénios.
Por sus labores ascéticas, Santa Evgenía adquirió el don de curación. Una vez, una joven rica llamada Melanthia acudió a ella en busca de ayuda. Al ver a “Evgénios”, esta mujer ardió con una pasión impura, y cuando fue rechazada, acusó falsamente al Santo de intento de violación. Santa Evgenía fue juzgada ante el Prefecto de Egipto (su padre), y se vio obligada a revelar su secreto. Sus padres y hermanos se regocijaron al encontrar a aquella por quien habían estado de duelo por tan largo tiempo.
Después de un tiempo todos aceptaron el Santo Bautismo. Pero Felipe, denunciado por los paganos, fue destituido de su cargo. Los cristianos de Alejandría lo eligieron como su obispo. El nuevo prefecto, temiendo la ira del pueblo, no se atrevió a ejecutar a Felipe abiertamente, sino que envió asesinos para matarlo. Infligieron heridas a san Felipe mientras oraba, por cuyo efecto expiró tres días después.
Santa Claudia partió hacia Roma con sus hijos, su hija y sus sirvientes. Allí Santa Evgenía continuó con la vida monástica y condujo a numerosas jóvenes a Cristo. Claudia construyó un albergue para vagabundos y ayudó a los pobres. Después de varios años de paz, el emperador Galieno (260-268) intensificó la persecución contra los cristianos, y muchos de ellos encontraron refugio en las Santas Claudia y Evgenía.
Basilla, una niña romana huérfana de linaje imperial, oyó hablar de los cristianos y de Santa Evgenía. Ella envió a un servidor de confianza a la Santa pidiéndole que le escribiera una carta explicando las enseñanzas cristianas. Santa Evgenía envió a sus amigos ascetas, Proto y Jacinto, quienes iluminaron a Basilla, y ella aceptó el Santo Bautismo.
La sierva de Basilla dijo a Pompeyo, prometido de Basilla, que ésta se había convertido al cristianismo. Pompeyo se quejó ante el emperador contra los cristianos por su predicación del celibato y su denuncia de la idolatría. Basilla se negó a contraer matrimonio con Pompeyo, por lo que la asesinaron a espada.
Arrastraron a los Santos Proto y Jacinto a un templo para hacerlos sacrificar a los ídolos, pero justo cuando entraron, el ídolo se cayó y se hizo añicos. Los Santos Mártires Proto y Jacinto fueron decapitados. También llevaron forzadamente a Santa Evgenía al templo de Diana, pero ella ni siquiera había entrado, cuando el templo pagano se derrumbó con su ídolo.
Arrojaron a la Santa Mártir al Tíber con una piedra atada al cuello, pero la piedra se soltó y ella fue preservada indemne. Salió también ilesa del fuego. Luego la lanzaron a un pozo, donde permaneció diez días. Durante este tiempo, el Salvador mismo se apareció ante ella y le dijo que entraría en el Reino de los cielos el día que Él naciera. Cuando llegó esta fiesta radiante, el verdugo la mató a espada. Tras su muerte, Santa Evgenía se apareció a su madre para anunciarle el día de su propia muerte.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2022). Nun-Martyr Eugenia of Rome. New York, Estados Unidos: OCA.
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