conmemoradas el 23 de septiembre.
Las monjas Xantippa y Polixena eran hermanas de nacimiento y vivieron en España en tiempo de los santos Apóstoles. Se cuentan entre las primeras en escuchar la divina enseñanza de Cristo nuestro Salvador de voz del santo Apóstol Pablo, cuando predicaba en su tierra.
Santa Xantippa y su esposo Probo aceptaron el cristianismo, pero Santa Polixena todavía era pagana cuando cierto hombre quedó fascinado con su extraordinaria belleza y la llevó por la fuerza a Grecia en un barco. El Señor la preservó indemne. En el viaje, la santa escuchó la predicación del santo apóstol Pedro y creyó en Cristo.
Cuando llegó a Grecia, santa Polixena recurrió a los cristianos en busca de amparo y protección: la escondieron en la ciudad de Patra en Acaya, donde aceptó formalmente el cristianismo y fue bautizada por el santo Apóstol Andrés, el Primero Llamado.
Ella se convirtió en testigo de sus milagros y de cómo soportó con paciencia y humildad sus sufrimientos y su deceso. Ella se mantuvo de pie junto a la cruz en la cual crucificaron al santo Apóstol Andrés. Después de la muerte del santo mártir, santa Polixena regresó a España, donde ella y su hermana mayor, Xantipa, convirtieron a muchos paganos a Cristo. Santa Polixena se afanó durante unos cuarenta años predicando el Evangelio en España. Santa Xantippa compartió la obra de su hermana y predicó en la populosa ciudad de Toledo.
Santa Polixena reposó hacia el año 109, habiendo conservado su virginidad hasta el final de su vida terrena.
REFERENCIAS
Comments