conmemorado el 15 de septiembre.
El Santo Gran Mártir Nicetas (gr. Νικήτας) era godo (un antiguo pueblo germánico oriental). Nació y vivió a orillas del río Danubio, y padeció en nombre de Cristo en el año 372. La fe cristiana ya se estaba extendiendo por el territorio de los godos en dicho momento.
San Nicetas creía en Cristo y fue bautizado por el obispo godo Teófilo, quien participó en el Primer Concilio Ecuménico. Los godos paganos comenzaron a oponerse a la expansión del cristianismo, lo que devino en una guerra civil.
Después de que Fritigerno, a la cabeza de un ejército cristiano, derrotara al pagano Atanarico, la fe cristiana continuó extendiéndose entre los godos. El obispo arriano Ulfilas, sucesor del obispo Teófilo, confeccionó un alfabeto gótico y tradujo un sinnúmero de libros sacerdotales al idioma gótico. San Nicetas trabajó incansablemente entre sus compañeros godos para enseñarles acerca de Cristo. A través del ejemplo personal y de palabras inspiradas, condujo a muchos de ellos a la fe cristiana.
Sin embargo, después de su derrota, Atanarico logró reagrupar sus huestes. Regresó a su propio país y recuperó su antiguo poder. Como seguía siendo pagano, continuó odiando y persiguiendo a los cristianos, buscando venganza por la humillación que había soportado a manos de ellos.
San Nicetas hubo de contender no sólo contra enemigos visibles sino también invisibles. Al oponerse a estos enemigos invisibles, convirtió a muchos paganos a Cristo y fortaleció a los fieles para la contienda del martirio. Lleno de celo por Dios, el Santo denunció al perseguidor Atanarico por su crueldad e impiedad, porque sometía a los cristianos a severos tormentos.
San Nicetas prevaleció contra estos dos enemigos. Pisoteó al diablo y derrotó a Atanarico en la batalla. El cruel torturador estaba preocupado porque no fue capaz de convertir a san Nicetas a su propia impiedad, por lo cual resolvió capturar al Santo y darle muerte.
San Nicetas soportó muchas torturas y luego fue arrojado al fuego. Aunque su cuerpo no fue quemado por el fuego, entregó su alma a Dios y sus reliquias fueron iluminadas por una luz radiante. Por la noche, un cristiano llamado Marianus tomó el cuerpo de san Nicetas y lo enterró en Cilicia (hoy día Çukurova). Posteriormente, fue trasladado a Constantinopla. Parte de las reliquias del Gran Mártir Nicetas se entregaron más tarde al monasterio de Vysokie Dechani en Serbia. Así, san Nicetas recibió la inmarcesible corona de gloria de Cristo el 15 de septiembre de 372.
Oramos a San Nicetas por la salvaguardia de los niños de los defectos de nacimiento.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2022). Greatmartyr Niketas the Goth. New York, Estados Unidos: OCA.
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