conmemorado el 9 de enero.
El Santo Mártir Polieucto (nombre cuyo significado quiere decir “sumamente deseado”) fue el primero en padecer por Cristo en la ciudad armenia de Melitēne. Fue soldado durante el reinado del emperador Decio (249-251), y más tarde sufrió el martirio en el reinado de Valeriano (253-259). Era amigo de Néarkhos, compañero de armas y devoto cristiano. Sin embargo, Polieucto, aunque llevaba una vida virtuosa, seguía siendo pagano.
Cuando comenzó la persecución contra los cristianos, Néarkhos le dijo a Polieucto: “Amigo, pronto nos separaremos, porque me conducirán al tormento, y tú renunciarás a tu amistad conmigo”. Polieucto le dijo que había visto a Cristo en un sueño. En él, el Salvador tomó su sucia capa militar de entre sus manos y lo vistió con una prenda radiante. “Ahora”, dijo, “estoy preparado para servir al Señor Jesús Cristo”.
Pleno de celo, san Polieucto fue a la plaza de la ciudad y rompió el edicto de Decio que obligaba a todos a adorar a los ídolos. Unos momentos después, se encontró con una procesión que llevaba doce ídolos por las calles de la ciudad. Derribando los ídolos al suelo, los pisoteó.
Su suegro, el magistrado Félix, responsable de hacer cumplir el edicto imperial, se horrorizó por lo que había hecho san Polieucto y le aconsejó obedecer el edicto imperial. Polieucto le dijo que debemos obedecer a Dios antes que a los hombres. Félix declaró que Polieucto debía morir por esto. “Ve entonces, despídete de tu esposa e hijos”, dijo. Paulina lloró e instó a su esposo a renunciar a Cristo. Félix también lloró, pero san Polieucto se mantuvo firme en su determinación de sufrir por Cristo.
Inclinando la cabeza bajo la espada del verdugo, fue bautizado en su propia sangre. En el reinado de san Constantino el Grande, cuando la Iglesia de Cristo había triunfado en todo el Imperio Romano, se construyó una iglesia en Melitēne en honor a san Polieucto. Muchos milagros fueron obrados por su intercesión. En esa misma iglesia, los padres de san Eutimio el Grande (20 de enero) oraron con fervor por un hijo. El nacimiento de ésta gran luminaria de la Ortodoxia tuvo lugar en el año 376, merced a las oraciones del Santo Mártir Polieucto.
San Polieucto también fue venerado por san Acacio, obispo de Melitēne (31 de marzo), quien participó en el Tercer Concilio Ecuménico y fue gran defensor de la ortodoxia. En Oriente, así como en Occidente, el Santo Mártir Polieucto es venerado como el santo patrón de los votos y tratados.
La obertura “Polieucto” del compositor francés Paul Dukas es solo una de las cuantiosas piezas de música clásica inspiradas en los santos. Se estrenó en enero de 1892. El dramaturgo francés Pierre Corneille también ha escrito una obra de teatro, “Polieucto” (1642), basada en la vida del mártir.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2023). Martyr Polyeuktos of Melitēne in Armenia. New York, Estados Unidos: OCA.
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