conmemorado el 14 de febrero.
Los antiguos martirologios (compendios de los mártires y santos) de la Iglesia de Roma marcan el 14 de febrero como el día de la memoria de “El Mártir San Valentín, presbítero de Roma”.
Desafortunadamente, la evidencia histórica que tenemos sobre el santo es incompleta.
San Valentín vivió en Roma en el siglo III d.C. y fue un sacerdote que ayudó a los testigos durante las persecuciones del emperador Claudio II el Gótico (Marcus Aurelius Valerius Claudius Augustus, 213 – 270 d.C.). Se habían conocido la gran virtud y la acción catequística del santo, por lo que fue arrestado y presentado ante la corte imperial. “¿Por qué, Valentín, quieres ser el amigo de nuestros enemigos y rechazar nuestra amistad?”, preguntó el emperador, y luego el santo respondió: “Mi Señor, si supieras el don de Dios, estarías contento; y con tu imperio, rechazarías la adoración de ídolos y adorarías al verdadero Dios y a su Hijo Jesús Cristo”. Uno de los jueces presentes interrumpió al santo preguntándole qué creía acerca de Júpiter y de Hermes; luego San Valentín respondió valerosamente: “¡Son miserables y han pasado sus vidas en la corrupción y el crimen!” El juez, enojado, gritó: “¡Habló contra los dioses y contra el imperio!”. El emperador continuó sus preguntas con curiosidad, ansioso por encontrar cómo era la fe de los cristianos.
Valentín entonces encontró el valor para instarlo a arrepentirse por la sangre de los cristianos que había derramado. “Cree en Jesús Cristo, bautízate y sé salvo, y desde ese momento asegurarás la gloria de tu imperio y el triunfo de tus armas”. Claudio comenzó a persuadir y decir a los presentes: “Escuchen qué hermosa la enseñanza que este hombre nos predica”. Pero el gobernante de Roma, infeliz, comenzó a gritar: “¡Mirad cómo este cristiano engaña a nuestro Príncipe!”. Entonces Claudio envió al santo a otro juez; se llamaba Asterios, y tenía una niña ciega de dos años. Al escuchar que Jesús Cristo, es la Luz del mundo, le preguntó a Valentín si podía darle esa luz a su hija. San Valentín, entonces, puso su mano en sus ojos y oró: “Señor Jesús Cristo, verdadera Luz, ilumina a esta niña ciega”. Y oh, milagro, la niña vio. Entonces el juez y toda su familia confesaron a Cristo. Ayunaron durante tres días, destruyeron los ídolos que tenían en casa y finalmente recibieron el Santo Bautismo. Cuando el emperador se enteró de tales eventos, pensó, en un principio, que no los castigaría, mas, el pensamiento de que a los ojos de su pueblo parecería débil lo obligó a traicionar el sentido de justicia que asomara. Así, San Valentín, junto con otros cristianos, tras haber recibido el tormento, fueron decapitados el 14 de febrero de 268 (o 269).
Además de la evidencia histórica que se guarda sobre san Valentín, su vida se acompaña por varias leyendas, como la que quiere mostrar que es el protector de los amantes. El Santo tenía la reputación de un pacificador. Un día, mientras cultivaba rosas en su jardín, escuchó a una pareja discutiendo muy fuertemente. Ésto sorprendió al santo, quien, tras cortar una rosa, salió a la calle, se acercó a la pareja y les rogó que escucharan. Les dijo que fuesen obedientes, y después de ofrecerles la rosa los bendijo. Inmediatamente el amor regresó entre ellos, un poco después regresaron y le pidieron al Santo que bendijera su matrimonio.
REFERENCIAS
La Ortodoxia es la Verdad. (2023). Santo Mártir Valentín, Presbítero de Roma. Atenas, Grecia: https://laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com
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