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SANTOS HIEROMÁRTIRES DE KHERSON: BASILIO, CAPITO, EFRÉN, EVGÉNIOS, AETHERIO, ELPIDIO Y AGATODORO

conmemorados el 7 de marzo.



Los Hieromártires Basilio, Capito, Efrén, Evgénios, Aetherio, Elpidio y Agatodoro, llevaron el Evangelio de Cristo a la región del Mar Negro del Norte desde el Danubio hasta el Dniéper, incluida Crimea. Fueron obispos de Kherson (hoy, sur de Ucrania) en diferentes momentos del siglo IV, y sellaron su actividad apostólica con el martirio. Solo Aetherio descansó en paz.

Mucho antes del Bautismo de Rus por san Vladimir, la fe cristiana se había extendido ya a Crimea, que en la antigüedad se llamaba Tauridia y estaba gobernada por el emperador romano. El inicio de la iluminación de Tauridia se atribuye al Santo Apóstol Andrés el Primero Llamado (30 de noviembre).

Los enemigos de la Iglesia inadvertidamente contribuyeron a una mayor expansión del cristianismo. Los emperadores romanos solían desterrar a los traidores a la dicha zona. Durante los primeros tres siglos, los cristianos fueron considerados traidores porque no seguían la religión del estado. En el reinado de Trajano (98-117), san Clemente, obispo de Roma (25 de noviembre), fue enviado a trabajar en una cantera cerca de Kherson. Allí perseveró en su predicación y sufrió el martirio.

Los paganos que habitaban Crimea resistieron tozudamente la expansión del cristianismo. Mas la fe de Cristo, a través de sus abnegados predicadores, fue fortalecida y afirmada. Muchos misioneros dieron su vida en ésta lucha.

A principios del siglo IV se estableció una sede episcopal en Kherson. Éste fue un período crítico cuando Kherson sirvió como base para los ejércitos romanos que pasaban constantemente por la región. Durante el reinado de Diocleciano (284-305), el Patriarca de Jerusalén envió a varios obispos a predicar el Evangelio en tierras distintas. Dos de ellos, Efrén y Basilio, llegaron a Kherson y sembraron allí la Palabra de Dios.

Más tarde, san Efraín fue a los pueblos que vivían a lo largo del Danubio, donde pasó por muchas tribulaciones y dolores. Fue decapitado al comienzo de la persecución. La predicación en Kherson fue continuada por san Basilio, compañero de san Efraín. Situó a muchos idólatras en el camino de la Verdad. Otros habitantes de la ciudad, enfurecidos por su labor, se levantaron contra él. El Santo fue arrestado, azotado inmisericordemente y expulsado de la ciudad.

Subió a una montaña y se instaló en una cueva, donde oraba sin cesar a Dios por los que lo habían expulsado, pidiéndole que los iluminara con la luz del verdadero conocimiento. Y el Señor proveyó a los incrédulos con un milagro. Murió el único hijo de un ciudadano importante de Kherson. El niño difunto se apareció a sus padres en un sueño y les dijo que cierto hombre llamado Basilio podría resucitarlo de entre los muertos con sus oraciones.

Cuando los padres encontraron al santo y le suplicaron que obrara el milagro, san Basilio respondió que él mismo era un hombre pecador y que no tenía poder para resucitar a los muertos, pero que el Señor Todopoderoso podría cumplir su pedido si creían en Él. Por largo tiempo el Santo oró invocando el Nombre de la Santísima Trinidad. Entonces bendijo agua, y la roció sobre el muerto, que fue devuelto a la vida. El Santo volvió a la ciudad con honor, y muchos creyeron y recibieron el Santo Bautismo.

Pronto, por orden del emperador Maximiano Galerio (305-311), la persecución contra los cristianos se extendió con renovado vigor. Los aborrecedores de Cristo también se levantaron contra san Basilio. El 7 de marzo de 309 fue sacado de su casa por la fuerza durante la noche. Lo ataron, lo arrastraron por las calles y lo asesinaron a golpes con piedras y varas. El cuerpo del Santo fue arrojado fuera de la ciudad para ser comido por perros y pájaros, y durante muchos días permaneció insepulto, mas permaneció intacto. Luego, los cristianos enterraron el cuerpo del Santo Mártir secretamente en una cueva.

Un año después del martirio de san Basilio, tres de sus compañeros, los obispos Evgénios, Elpidio y Agatodoro, cesaron de predicar en el Helesponto y arribaron a Kherson para continuar su santa obra. Sufrieron muchas tribulaciones por la salvación de las almas humanas. Los tres obispos compartieron el destino de su predecesor: fueron apedreados por los paganos el 7 de marzo de 311.

Cuando Constantino el Grande (21 de mayo) subió al trono, el obispo Aetherio fue enviado por el mismo emperador a Kherson, desde Jerusalén. Al comienzo también encontró hostilidad por parte de los paganos, pero Constantino el Grande no toleraría actos de violencia contra el predicador. Emitió un decreto que permitía a los cristianos de Kherson tener servicios religiosos inobstruidos. Gracias a los esfuerzos de san Aetherio se construyó una iglesia en la ciudad, donde el santo pació pacíficamente a su rebaño.

San Aetherio viajó a Constantinopla para agradecer al emperador por proteger a los cristianos. Enfermó y falleción en el viaje de regreso.

El santo emperador Constantino luego envió al obispo Capito a Kherson para reemplazar a san Aetherio. Los cristianos lo recibieron con alegría, pero los paganos exigieron una señal del nuevo obispo, para poder creer en el Dios que predicaba. Poniendo toda su esperanza en el Señor, san Capito se vistió de su omophorion y se introdujo en un horno ardiente. Rezó en el fuego durante aproximadamente una hora y salió ileso. “¿Atará alguno fuego en su seno, y no quemará sus vestidos?” Salomón pregunta (Pr 6:27). San Capito mostró brasas al rojo vivo en su felonión, pero ni su cuerpo ni sus vestiduras se quemaron. Muchos de los incrédulos fueron persuadidos en el poder del Dios cristiano.

Éste milagro y la gran fe de san Capito fueron comunicados a san Constantino y a los Santos Padres del Primer Concilio Ecuménico (325), y todos glorificaron a Dios.

Después de varios años, san Capito viajó a Constantinopla por negocios, pero el barco se encontró con una tormenta en la desembocadura del río Dniéper. Los lugareños se apoderaron del barco y ahogaron a todos los que estaban a bordo, incluido san Capito. Aunque esto ocurrió el 21 de diciembre, a san Capito se lo conmemora junto con los otros Hieromártires de Kherson el día 7 de marzo.



REFERENCIAS

Orthodox Church in America. (2023). The Holy Hieromartyrs of Cherson: Basil, Ephraim, Capito, Eugene, Aetherius, Elpidius, and Agathodorus. New York, Estados Unidos: OCA.

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