conmemorados el 22 de noviembre.
La Santa Virgen Mártir Cecilia, y los Santos Mártires Valeriano, Tiburcio y Máximo vivieron en Roma durante el reinado de Diocleciano (284-305). Cecilia nació en Roma de padres acaudalados y eminentes, creía firmemente en Cristo el Señor y guardaba gran celo por la fe. Haciendo voto de virginidad perpetua ante Dios, Santa Cecilia vestía una prenda áspera bajo los ricos vestidos que sus padres la obsequiaban. Cuando éstos la forzaron a casarse con un pagano de nombre Valeriano, Cecilia pasó su noche de bodas pidiendo a su nuevo esposo que acudiese al obispo Urbano para ser bautizado, para que él también se dedicase a una vida en virginidad.
Tras abrazar la fe cristiana, Valeriano también atrajo a ella a su hermano Tiburcio. Los Sinaxarios relatan que el Santo Tiburcio llegó a tal grado de virtud, que se hizo digno de conversar diariamente con los ángeles.
Ambos hermanos fueron pronto condenados por su fe, mas su celo no flaqueó ante la inminencia de la muerte. Llevados al lugar de ejecución, éstos dos hermanos lograron traer a la fe a Máximo, capitán de la guardia. Debido a que durante la decapitación de los Santos vio a ángeles asistiendo a sus almas, también creyó en el Señor y los tres sufrieron juntos por Cristo el Señor.
Santa Cecilia enterró sus cuerpos, razón por la cual fue llevada a juicio, no sin antes haber acercado a muchos paganos a la fe cristiana. En una noche, ganó más de cuatrocientas almas. Cuando el juez cuestionó de dónde procedía su audacia, ella contestó: “De una conciencia pura y una fe sin dudas”.
Tras sufrir crueles tormentos, como ser encerrada durante tres días en un baño abrasador, finalmente se dio la orden de ser decapitada allí dentro. El verdugo asestó su espada tres veces contra su cuello, pero no consiguió hacer nada; sólo la hirió, y la sangre corría desde sus heridas, siendo recogida por los fieles con pañuelos y recipientes con el fin de usarla para sanidad.
Tres días más tarde, la Santa Virgen Mártir de Cristo entregó su espíritu en manos del Señor, para regocijarse con él por toda la eternidad. Ésto sucedió en el año 230. Sus reliquias son atesoradas en Roma, en la iglesia que lleva su nombre.
REFERENCIAS
La Ortodoxia es la Verdad. (2023). Santos Mártires Cecilia, Valeriano, Tiburcio y Máximo. Atenas, Grecia: https://laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com
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