conmemorados el 19 de mayo.
Sus sobresalientes conocimientos teológicos, así como su cálida fe, fueron determinantes para su establecimiento como Obispo de Prusa, una ciudad de Bitinia en Asia Menor (actual Bursa en Turquía). Para Patricio, ésta posición fue una fortaleza espiritual para la defensa del Evangelio y una base para la lucha contra la falacia pagana. En su trabajo apostólico, deseó no estar solo. Tenía consigo a tres bien dispuestos colaboradores: Acacio, Menandro y Polieno.
Con ellos, Patricio condujo a muchos idólatras a la fe cristiana. Sin embargo, el gobernador Juliano no tardó en ser informado, y enseguida fueron arrestados. Juliano, en sus intentos de persuadir a Patricio para que adorase a los ídolos como él mismo hacía, declaró que se debía agradecer a los dioses por proporcionar las aguas termales que brotaban de la tierra en beneficio de los hombres. San Patricio respondió que se debía agradecer a nuestro Señor Jesucristo, y explicó que cuando Él, que es Dios, creó la tierra, la hizo con fuego y agua, y el fuego debajo de la tierra calienta el agua que brota, produciendo aguas termales; luego explicó que hay otro fuego, el que le espera a los impíos.
El gobernador intentó persuadir a Patricio con argumentaciones filosóficas de que Cristo no es Dios. Patricio, con su destreza retórica y su excelente entrenamiento teológico, anuló los argumentos de Juliano uno tras otro. Él, viendo su irrebatible derrota ideológica por el maestro cristiano, intentó arrojarlo a las aguas termales, pero fueron los soldados quienes finalmente lo arrojaron, y no él, ya que fue anteriormente quemado por el agua caliente. Después de ésto, san Patricio fue decapitado junto con los presbíteros Acacio, Menandro y Polieno.
REFERENCIAS
La Ortodoxia es la Verdad. (2023). San Patricio, Obispo de Prusa y Sus Colaboradores Acacio, Menandro y Polieno. Atenas, Grecia: https://laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com
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