conmemorados el 18 de mayo.
Los Santos Mártires Pedro, Dionisio, Andrés, Pablo, Cristina, Heraclio, Paulino y Benédimos padecieron el martirio durante los años del emperador Decio (249-251). Aunque no todos están asociados entre sí, recibieron la corona del martirio el mismo día.
San Pedro era oriundo de Lámpsaco, y cuando lo llevaron ante el gobernador Optimino para ofrecer sacrificios a la diosa Afrodita, él se negó y confesó a Cristo con valentía. Luego lo azotaron con cadenas y palos y lo colocaron sobre una rueda diseñada para la tortura, entregando así su espíritu a Dios.
Pablo y Andrés eran de Mesopotamia, y eran soldados del emperador Decio, bajo las órdenes del comandante Daknon. Cuando fueron enviados a Atenas, arrestaron y encarcelaron a dos cristianos confesores, Dionisio y Cristina. Entre ellos se encontraba también un hombre de nombre Nicómaco, quien apostató y acudió al templo pagano y ofreció un sacrificio.
Ésto hizo que cayera en un frenesí y muriera, después de que Cristina, de dieciséis años, al escuchar su renuncia a Cristo, dijo: “¡Maldecido y perdido hombre! ¡Aquí, en vez de una hora de sufrimiento, has obtenido un eterno e indescriptible tormento!”. El gobernador escuchó éstas palabras y entregó a Cristina a Pablo y a Andrés. Cuando Pablo y Andrés vieron a la bella virgen Cristina, que en ese día tenía edad para contraer matrimonio, la propusieron ser compañera suya, pero ella rechazó sus solicitudes. En lugar de permitirles hacer tales cosas, ella los condujo a través de sus sabias exhortaciones a la fe en Cristo, por lo que se unieron a Cristo, desdeñando su lujuria, lo que llevó a su arresto.
Después los dos soldados, junto con Dionisio, fueron llevados al lugar de su ejecución y apedreados hasta la muerte, y la Santa Virgen Cristina fue decapitada.
Los Santos Heraclio, Paulino y Benédimos eran de Atenas. Luchaban arduamente contra la herejía idólatra y contra los filósofos que atacaban la fe cristiana. Tras ser denunciados, fueron arrestados y entregados al tormento. Después fueron llevados ante el principal gobernante de la ciudad de Atenas, quien intentó convencerlos para volver a la idolatría. Pero ellos se negaron, por lo que fueron arrojados en un horno de fuego. Resultando ilesos por el poder de Dios, finalmente fueron decapitados y recibieron las coronas del martirio.
REFERENCIAS
La Ortodoxia es la Verdad. (2023). Santos Mártires Pedro, Dionisio, Andrés, Pablo, Cristina, Heraclio, Paulino y Benédimos. Atenas, Grecia: https://laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com
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