conmemorado el 26 de agosto.
El Venerable Adrián, Abad de Ondrusov (ru. Адриан Ондрусовский), (en el mundo el noble Andréi Zavalushin) era dueño de una próspera finca (Andreevschina), a 9 verstas del Monasterio de san Aleksándr de Svir (30 de agosto). Se encontró accidentalmente con San Alejandro de Svir durante una cacería de ciervos en 1493, y después de esto acudió a menudo a él en busca de dirección, donando pan para los Santos Ascetas.
Renunciando a su propiedad, recibió la tonsura monástica en el Monasterio de Valaam con el nombre de Adrián. Varios años después, con la bendición de san Aleksándr de Svir, san Adrián se instaló en un sitio solitario en la península del lago Ladoga. Allí construyó una iglesia en honor a San Nicolás el Taumaturgo. Frente al asentamiento de los monjes en lo profundo del bosque había una isla, Sala (la espesura), que moraba una banda de ladrones bajo el liderazgo de Ondrusa como su atamán. Al encontrarse con los monjes, el atamán exigió que salieran de su tierra. San Adrián, sabiendo que no tenía dinero para adquirir el lugar, prometió al atamán interceder por él ante Dios. El ladrón se rio del monje, más el suplicó tanto y con tanta humildad, que el atamán se ablandó y le dijo: “Vive”.
Al poco tiempo, otro grupo tomó prisionero a éste atamán, que se ocultaba no lejos del peñasco Cabo de Storozhev. El desventurado hombre sabía que después del sufrimiento lo esperaban la tortura y la muerte, y se arrepintió amargamente de su vida anterior. De repente, vio a san Adrián frente a él. Le dijo: “Eres libre por la misericordia del Señor, por cuyo amor se te pidió que mostraras misericordia a los hermanos del desierto”, y desapareció.
El atamán se vio sin grilletes en la orilla, y sin nadie alrededor. Asombrado, corrió al Monasterio de san Adrián y encontró a todos los ascetas cantando salmos. Parecía que san Adrián no había abandonado el monasterio. El ladrón cayó de rodillas ante el Santo y rogó que lo aceptara como uno de los hermanos. Concluyó su vida en arrepentimiento en el Monasterio. El ladrón de otra banda también se arrepintió. Por las oraciones de san Adrián, fue tonsurado con el nombre de Cipriano. Después, en el lugar de un tributario, construyó un monasterio y fue glorificado por razón de los obrados milagros.
El Monasterio de san Adrián recibió una dotación del zar Iván el Terrible (1533-1584). En agosto del año 1549, san Adrián apadrinó a Ana, hija del zar Iván el Terrible. Cuando el Santo regresaba de Moscú al Monasterio, unos ladrones lo asesinaron cerca del pueblo de Obzha, con la esperanza de encontrar dinero. Los hermanos esperaron largo tiempo a su Superior y dos años después, una noche se apareció en una visión a algunos Ancianos y les anunció su muerte. El día 17 de mayo, los hermanos encontraron su cuerpo incorrupto en un pantano y lo enterraron en el muro de su iglesia en honor a San Nicolás.
La memoria de san Adrián, que recibió la corona de mártir, se celebra dos veces: el día del hallazgo y traslado de sus reliquias (17 de mayo) y el día de su reposo, que comparte con su homónimo, el Santo Mártir Adrián.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2024). Venerable Adrian, Abbot of Ondrusov, Valaam. New York, Estados Unidos: OCA.
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