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VENERABLE NIFÓN, OBISPO DE CONSTANTIA EN CHIPRE

Foto del escritor: monasteriodelasant6monasteriodelasant6

conmemorado el 23 de diciembre.


El Venerable Nifón (gr. Νήφων), Obispo de Constantia en la isla de Chipre, nació en Paflagonia en el siglo IV y fue educado en Constantinopla. De niño era gentil y bondadoso y asistía a menudo a los servicios divinos. Pero en su juventud se extravió en una vida irrefrenada y pecaminosa. A veces, cuando recobraba el sentido, se horrorizaba por la magnitud de su caída, pero creyendo que estaba perdido y que no podía ser perdonado, prosiguió por el camino impío.

Un día se encontró con un amigo que, asombrado, miró su rostro por largo tiempo. Cuando Nifón preguntó por qué lo miraba, el amigo respondió: “Nunca antes había visto tu rostro de tal modo. Es negro, como el de un etíope”. Éstas palabras hicieron que Nifón se diera cuenta de lo bajo que había caído y comenzó a clamar a la Madre de Dios, suplicando por Su intercesión.

Después de orar largamente, advirtió que el rostro de la Madre de Dios en el Icono se había tornado radiante y sonriente. Desde entonces, Nifón rezaba incesantemente a la Reina del Cielo. Si caía en pecado, el rostro de la Santa Madre de Dios se apartaba de él, pero después de orar con fervientes lágrimas de arrepentimiento, ella parecía mostrar misericordia y lo miraba de nuevo.

Finalmente, Nifón dio un giro total a su vida y comenzó a dedicar su tiempo a la oración y al arrepentimiento. Restablecido tras una enfermedad, de la que fue curado por la Madre de Dios, participó de los Santos Misterios. Luego fue tonsurado como monje e intensificó su labor ascética, agotando su cuerpo en la lucha contra las pasiones.

Dicha lucha se extendió por muchos años, y san Nifón fue atacado numerosas veces por demonios, mas con la ayuda de Dios pudo vencerlos. Además, recibió del Señor el don de discernir las maquinaciones de los espíritus malignos y cómo vencerlos. Incluso fue capaz de ver a las almas partir llegada la hora de la muerte.

Cuando ya era Anciano, viajó a Alejandría. En ese momento, una delegación de Constantia estaba en la ciudad para pedirle al Patriarca Alejandro (29 de mayo) que consagrara un nuevo Obispo para ellos, porque el Obispo Cristóforo había dormido en el Señor.

Esa noche, san Pablo se apareció a san Alejandro en una visión y lo mandó asistir a la iglesia al día siguiente con su clero. El Apóstol dijo: “Cuando veas a alguien que se parezca a mí (excepto por ser calvo), conságralo como Obispo del rebaño de Cristo, aún si no lo desea”.

Por la mañana, el Patriarca Alejandro le dijo a Nifón que no debía negarse a obrar lo que el Señor lo había designado. Nifón protestó que no era digno de ser Jerarca, pero no se atrevió a oponerse a la voluntad de Dios. Se hicieron los preparativos y Nifón fue ordenado diácono, luego, poco después, fue ordenado sacerdote; y finalmente, fue consagrado Obispo. Tres días después, retornó a su diócesis.

Después de apacentar a su rebaño por un breve tiempo, san Nifón previó que moriría en tres días. Antes de su reposo fue visitado por san Atanasio el Grande. En su lecho de muerte, fue considerado digno de contemplar a los Santos Ángeles, a la Santísima Madre de Dios, y a un gran número de Santos, Mártires, Profetas, Ascetas y Sacerdotes.

Cuando su rebaño escuchó sobre la partida de su Obispo hacia el Señor, hubo llanto y lamentación en toda la ciudad. El Patriarca pidió que, en cambio, dieran gracias a Dios, por permitirles tener a un hombre tan Santo como Obispo. Después del funeral, san Nifón fue enterrado en la iglesia de los Santos Apóstoles, y luego todos glorificaron a Dios, Quien es maravilloso en Sus Santos.



REFERENCIAS

Orthodox Church in America. (2024). Saint Niphon, Bishop of Constantia, Cyprus. New York, Estados Unidos: OCA.

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