conmemorado el 28 de septiembre.
San Xaritón el Confesor nació en Iconio en la provincia de Licaonia, y padeció allí durante una persecución contra los cristianos en tiempos del emperador Aureliano (270-275). El ejemplo de la santa protomártir Thekla (24 de septiembre), también oriunda de la ciudad, lo animó a confesar a Cristo, pues guardaba una gran devoción por ella.
San Xaritón renunció valerosamente a los dioses paganos y confesó firmemente su fe en el único Dios Verdadero, Cristo Salvador. El santo Confesor padeció inclementes tormentos, pero, merced a la Providencia de Dios, sobrevivió. La persecución terminó después de la muerte de Aureliano en el año 275. San Xaritón fue uno de los muchos cristianos que fueron liberados de la prisión y resolvió dedicar toda su vida al servicio del Señor. Aunque escapó de la muerte, se afligió porque no había recibido la corona del martirio.
Tras arribar a Jerusalén en una peregrinación hacia los lugares santos, cayó en manos de ladrones. Lo ataron y lo arrojaron a una cueva, con la intención de asesinarlo más tarde. Después de que se marcharon en busca de gente para robar, el santo oró fervientemente a Dios en espera de ser asesinado. No le pidió a Dios que lo librara, sino que hiciera con él lo que Él deseara.
En ese momento, una serpiente se introdujo en la cueva y comenzó a beber vino de una vasija que allí yacía. Más tarde vomitó su mortal veneno, envenenando el vino. Cuando regresaron a la cueva, los perversos ladrones bebieron el vino envenenado y perecieron. Así, sus ruines vidas llegaron a su debido fin. San Xaritón dio gracias a Dios, y luego entregó el oro que los malhechores habían robado, distribuyéndolo a los pobres, a las iglesias y a los monasterios. Inició sus luchas ascéticas en el lugar de su milagroso rescate, y allí construyó una iglesia. Con el tiempo se estableció un monasterio: el renombrado Lavra (Monasterio) en Valle de Pharan, Palestina. La fama de san Xaritón atrajo a muchos discípulos hacia él. Los presidió con paternal afecto y los condujo hacia los más altos grados de virtud.
San Xaritón recopiló una estricta Regla para su monasterio. Anhelando la soledad, el monje se adentró más aun en el desierto a fin de evitar el elogio de los hombres, mas nunca rechazó a nadie que buscara su orientación espiritual. Fundó dos monasterios más: el de Jericó (llamado Monasterio de san Xaritón) y el de Souka, que se llamaba “la antigua Lavra”. También trajo a muchos judíos y paganos a la fe.
Al final de su vida, san Xaritón perseveró en una cueva en lo alto de una colina cerca del monasterio de Souka, pero no cesó de brindar orientación a los tres monasterios que fundó. Durmió en el Señor en paz y a una edad avanzada el 28 de septiembre de 350.
Según la Tradición, san Xaritón recopiló el Oficio de la Tonsura Monástica. San Xaritón fue enterrado en el monasterio de Pharan, de acuerdo con sus últimos deseos. Sus reliquias ─llenas de gracia─ fueron guardadas en la iglesia que había sido construida en el sitio de la cueva de los ladrones.
REFERENCIAS Orthodox Church in America. (2023). Venerable Chariton the Confessor, Abbot of Palestine. New York, Estados Unidos: OCA. https://www.oca.org/saints/lives/2023/09/28/102742-venerable-chariton-the-confessor-abbot-of-palestine
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