conmemorados el 26 de enero.
San Xenophon, su esposa María y sus hijos Arcadio y Juan fueron afamados pobladores de la ciudad de Constantinopla en el siglo quinto. Pese a sus riquezas y posición, se distinguieron por su sencillez de alma y bondad de corazón. Deseando dar a sus hijos Juan y Arcadio una educación más completa, Xenophon y María los enviaron a la ciudad fenicia de Beirut.
Por la divina Providencia la nave en la cual se embarcaron ambos hermanos naufragó. Las olas arrojaron a los hermanos a tierra en sitios distintos. Contristados por la separación, los hermanos se dedicaron a Dios y se hicieron monjes. Por largo tiempo los padres no recibieron noticias de sus hijos y los dieron por muertos.
Xenophon, sin embargo, ya bastante anciano, mantuvo una firme esperanza en el Señor y consoló a su esposa María, diciéndole que no se entristeciera, sino que creyera que el Señor velaba por sus hijos. Después de varios años la pareja hizo una peregrinación a los lugares santos, y en Jerusalén se encontraron con sus hijos, viviendo en ascetismo en monasterios distintos. Los dichosos padres dieron gracias al Señor por reunir a la familia.
Los Santos Xenophon y María se dirigieron a monasterios separados y se dedicaron a Dios. Los monjes Arcadio y Juan, tras despedirse de sus padres, marcharon hacia el desierto, donde después de prolongado empeño ascético fueron glorificados con los dones de obrar milagros y discernimiento. Los Santos Xenophon y María, obrando en silencio y en estricto ayuno, recibieron igualmente de Dios el don de la taumaturgia.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2023). Venerable Xenophon, his wife, Mary, and their two sons, Arcadius and John, of Constantinople. New York, Estados Unidos: OCA.
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