conmemorado el tercer domingo de la santa gran cuaresma.

LA CRUZ es la puerta de todos los misterios, de manera que el Intelecto penetra por ella en el conocimiento de los misterios celestes. El conocimiento de la cruz está escondido en el sufrimiento de la cruz; y a medida que se participa en él se experimenta aquello que está presente en ella, conforme a la palabra del Apóstol: «Así como abundan en nosotros los sufrimientos de Cristo, será grande también nuestro consuelo en Cristo» (2 Co 1:5).
El Don de la Humildad, San Isaac de Nínive.