DAD GRACIAS EN TODO.

TODA BENDICIÓN que poseemos y toda buena acción que obramos es de Dios y proviene de Dios. Por eso, es nuestro deber darle gracias por todo —por cada bendición que recibimos de Su magnánima mano, sea visible, sea invisible, por cada obra justa, por cada esfuerzo correcto y por cada victoria sobre los enemigos de nuestra salvación— como se nos ordenó: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” (1 Ts 5:18). Así que cuidemos de preservar templados los sentimientos de gratitud a Dios desde el primer momento en que somos despertados del sueño y a lo largo del día entero.
Combate Espiritual,
padre Lorenzo Scupoli.
9 vistas

