“LA PSICOTERAPIA” TERAPIA DE LA PSIQUE Y DEL NUS.
Por Savas el Aghiorita, Hieromonje, adaptado y traducido de tres homilías de su autoría.
El oscurecimiento del “como imagen”.
Se ha dicho muy correctamente que el propósito de la Iglesia Ortodoxa es “psicoterapiarnos” sanarnos y hacernos saludables psíquica y espiritualmente. Los Santos Padres nos dicen que el resultado de la primera desobediencia que hizo el hombre (Adán) a Dios fue la pérdida de la conexión y comunión con Él. Ocurrió esto que llamamos “oscurecimiento del como imagen” del hombre.
Tal como conocemos, en nuestra psique-alma está imprimida la imagen (icona) de Cristo. Pero esta imagen se ha oscurecido y manchado, y esto sucedió a causa del pecado original. El resultado del oscurecimiento fue lo siguiente: esta imagen de Dios que tenemos en nuestro interior ya no está limpia, clara y lúcida en nuestra vida y en nuestras acciones.
¡Así pues, ahora, después de la caída, el hombre completo está enfermo, desgraciadamente está “manchado, ensuciado”… desde la cabeza hasta los pies! En cada faceta de su vida, en cada praxis, acción y en cada energía psíquica (pensamientos, emociones y deseos) y cada operación somática, corporal todo está enfermo.
En este punto os rogaría que me siguierais con atención. Las cosas que más abajo voy a decir puede ser que para algunos sean oídas por primera vez. Pero son muy sencillas.
Discernimiento entre οὐσία (usía, sustancia, esencia) y energía de Dios y de la psique-alma humana.
En principio, es importante señalar que el Dios tiene esencia y energías, y son increadas. Energías y esencia tiene también la psique humana, pero son distintas de Dios, son creadas, es decir, la psique-alma está creada según la “imagen” de Dios.
Específicamente, el Dios tiene:
a) Οὐσία (usía) esencia, sustancia increada, pero el hombre no conoce ni puede conocerla porque el Dios es increado, sin principio ni fin, en cambio, el hombre es creado, creatura;
b) Energías increadas, pero las energías de Dios son accesibles y participadas por nosotros los hombres, es decir, tenemos la capacidad de participar de ellas, experimentarlas y vivirlas.
Las energías increadas de Dios las entendemos un poco. Podemos acceder y participar de ellas, como hemos dicho. Por ejemplo, la agapi (amor, energía increada) de Dios y Su justicia podemos vivirlas y experimentarlas; por ejemplo, de que el Dios es dulzura inexpresable y Luz increada, es Vida y Resurrección, etc.
Así que estas cosas, o sea, las energías increadas cuando las percibimos y las vivimos, entonces podemos entenderlas un poco. Por supuesto que no las entendemos intelectualmente, encefálicamente con el cerebro, sino ontológicamente o existencialmente, cuando amamos a Dios. Entonces a través de la Divina agapi increada participamos de ellas, las vivimos y las experimentamos.
¿Pero, cuándo amamos a Dios?
Naturalmente cuando aplicamos y cumplimos Sus logos o mandamientos: “El que cumple mis logos o mandamientos y los tiene interiorizados, ése es el que me ama” (Jn 14,21).
(Si lo deseas, puedes descargar y leer el documento completo, desde la Biblioteca Digital de nuestro sitio).
Hieromonje Savas el Aghiorita
Traducido por: Jristos Jrisoulas, www.logosortodoxo.com
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