conmemorado el martes 30 de abril de 2024.
En el día del Gran Martes Santo la Iglesia de Cristo conmemora la Parábola de las Diez Vírgenes, inscripta en el Venerable Evangelio.
El Gran Martes Santo (en gr. Megáli Triti) habrá de traer consigo a las Diez Vírgenes. Las portadoras de la Victoria del Señor, el Juez que “no hace acepción de personas”. Pero Tú, Cristo, Novio, cuéntanos entre las Vírgenes prudentes y establécenos entre Tu elegido rebaño y ten piedad de nosotros. La Santa Iglesia llama a que estemos atentos para recibir, manteniendo encendidas las velas de nuestras virtudes, al novio celestial, al Señor Jesús, quien vendrá de improviso, ya sea específicamente en el momento de nuestra muerte, o generalmente durante Su Segundo Advenimiento.
También nos llama, mostrándonos la parábola de los talentos, cultivando y aumentando los dones y los carismas que Dios nos ha dado.
Nuestro Señor, Jesús Cristo, cuando subió a Jerusalén y se aproximaba hacia su Pasión de forma voluntaria, decía a sus discípulos determinadas parábolas para prepararlos. Algunas de ellas también las decía para reprender a los escribas y a los fariseos. Una de éstas, la del día de hoy acerca de las Diez Vírgenes, la dijo para mover a todos a caridad y también para enseñarnos a todos nosotros a que estemos preparados antes de que nos llegue la hora de la muerte.
«Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio. Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes. Las necias, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de aceite; las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas llevaron aceite en las alcuzas. Como el novio tardaba, se adormilaron todas y finalmente se durmieron. Mas a medianoche se oyó un grito: ‘¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro!’ Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y dispusieron sus lámparas. Las necias dijeron a las prudentes: ‘Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan.’ Pero las prudentes replicaron: ‘No, no sea que no alcance para nosotras y para vosotras; es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis.’ Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras vírgenes diciendo: ‘¡Señor, señor, ábrenos!’ Pero él respondió: ‘Os aseguro que no os conozco.’ Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora».
EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO, 25:1-13: PARÁBOLA DE LAS DIEZ VÍRGENES
Pasa muy rápido la noche de la presente vida; las vírgenes tenían sueño y todas durmieron, es decir murieron, porque a la muerte se la llama también sueño. Mientras dormían, se escuchó en medio de la noche una fuerte voz que decía: “¡He aquí el novio viene! ¡Salid todas a reverenciarle!”. Entonces las vírgenes prudentes que se habían cuidado de tener suficiente aceite virgen en el candil, salieron al encuentro del novio y acompañaron al novio cuando se abrieron las puertas. Éstas, cerca de las otras virtudes y desde luego de la pureza, procuraron mantener puro también el aceite de la caridad. Contrariamente, las otras cinco vírgenes que no tenían suficiente aceite, cuando se despertaron pidieron un poco a las prudentes, pero tras la muerte no es fácil pedir aceite a aquellos que lo venden, es decir los menesterosos.
A éstas, la parábola las denomina insensatas o necias, aunque consiguieron lo más difícil, la “pureza”, descuidaron lo más fácil, porque no tenían caridad en sus corazones.
Por lo tanto, quien consigue una virtud, por grande que sea, pero no se preocupa también por las otras, sobre todo la caridad (como escribiera el Santo Apóstol Pablo, “y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo caridad, nada soy”), no puede entrar junto con Cristo en el descanso eterno y regresa avergonzado. Y nada hay más lamentable que una “virgen” que es vencida por el amor al dinero.
REFERENCIAS
La Ortodoxia es la Verdad. (2023). Gran Martes Santo: Las Diez Vírgenes. Atenas, Grecia: https://laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com
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