conmemorado el 26 de noviembre.
San Inocencio, Obispo de Irkutsk, (ru. Иннокентий Иркутский, en el mundo Ivan Kulczycki, ru. Иван Кульчицкий) descendía de la noble familia Kulczycki. Sus padres se mudaron de Volinia a la región de Chernígov a mediados del siglo XVII. El Santo nació alrededor del año 1680 y fue instruido en la Academia Espiritual de Kiev. Aceptó la tonsura monástica en el año 1710 y fue nombrado instructor en la Academia Eslava Greco Latina de Moscú como prefecto y profesor de teología.
En el año 1719, san Inocencio se trasladó a la Lavra de San Aleksándr Nevsky en San Petersburgo, de la cual fue nombrado, primeramente, capellán general, y, seguidamente, en el año 1720, como vicerregente.
El 14 de febrero de 1721, el Hieromonje Inocencio fue consagrado obispo de Pereyáslav y designado para la Misión Espiritual de Pekín en China. Pero el gobierno chino lo negó la entrada en el país, pues la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado lo había caracterizado indiscretamente como “un personaje espiritual, un gran señor”. El Santo se vio obligado a pasar tres años en Selingin, en la frontera con China, sufriendo grandes privaciones a causa de la incertidumbre de su posición y el pesar por el desajuste del gobierno civil en Siberia. Los errores diplomáticos de la misión rusa en China por parte del conde Raguzinsky y las intrigas del archimandrita de Irkutsk, Anton Platkovsky, llevaron al nombramiento de éste, en China. Por decreto del Santísimo Sínodo, san Inocencio fue nombrado obispo de Irkutsk y Nerchinsk en el año 1727. Y así entró en el gobierno de las diócesis recién conformadas.
La proximidad de la frontera china, la extensión y la escasa densidad de población de las diócesis, la gran cantidad de nacionalidades diversas (buriatos, mongoles y otras), en su mayoría no iluminadas por la fe cristiana, la falta de carreteras y la pobreza: todo ello hizo que el trabajo pastoral de san Inocencio fuera arduo y su vida estuviera llena de privaciones.
Por un misterioso descuido del Senado, no recibió dinero hasta el momento de su reposo, y sufrió extrema necesidad. Aún en éstas difíciles condiciones de escasez de fondos, el Monasterio de la Ascensión de Irkutsk mantenía dos escuelas abiertas bajo su dirección, una mongol y otra rusa. La preocupación constante de san Inocencio se dirigió hacia las aulas: la selección de dignos enseñantes y la provisión de libros, ropa y otros suministros necesarios para los estudiantes.
El Santo trabajó incansablemente para organizar la diócesis y fortalecer su vida espiritual. Sus numerosos sermones, cartas pastorales y directivas dan testimonio de ello. En su labor y privación, san Inocencio encontró fuerza espiritual, humildad y perspicacia.
En la primavera del año 1728, la región del Baikal padeció una sequía. La hambruna causada por una mala cosecha de cereales ya había amenazado a la diócesis en el año 1727. Con la bendición del Santo Jerarca, en mayo, en las iglesias de Irkutsk y de la región de Irkutsk, se empezó a incluir en cada Liturgia un Molieben (i. e. servicio de intercesión y súplica) para poner fin a la sequía. Los sábados se cantaba un Acatisto a la Madre de Dios y los domingos se oficiaba un Molieben. “Las súplicas”, decía el Santo, “deben terminar en la festividad de san Elías” (20 de julio). De hecho, ese mismo día se desató en Irkutsk una tormenta con lluvias tan fuertes que en las calles de la ciudad el agua llegó hasta las rodillas de la gente, y así cesó la sequía.
Gracias a los esfuerzos de san Inocencio, se inició la construcción de una iglesia de piedra para reemplazar la de madera en el Monasterio de la Ascensión, y los límites de la diócesis se ampliaron para incluir no solo Selingin, sino también los alrededores de Yakutsk e Ilimsk.
El Santo, quien no se destacaba por su robusta salud y que, bajo la influencia del clima severo y de sus aflicciones, partió hacia el Señor a una edad bastante temprana (51 años). En la mañana del 27 de noviembre del año 1731, durmió en el Señor.
En el año 1764, durante los trabajos de restauración de la iglesia del Monasterio de Tikhvin, se descubrió el cuerpo incorrupto del santo. Numerosos milagros ocurrieron no solo en Irkutsk, sino también en sitios remotos de Siberia, para aquellos que acudían al Santo con oración. Ésto impulsó al Santísimo Sínodo a descubrir las reliquias y glorificar al Santo en el año 1800.
En el año 1804, se estableció una Fiesta para celebrar su memoria en toda Rusia el 26 de noviembre, ya que el Icono “del Signo” de la Madre de Dios se conmemora el mismo día de su reposo (27 de noviembre). El día 9 del mes de febrero también se conmemora a san Inocencio.
En el año 1921, las reliquias de san Inocencio fueron extraídas de su santuario y colocadas en un museo antirreligioso soviético. En el año 1939, fueron trasladadas a otro museo en Yaroslav y se exhibieron como “restos momificados de un hombre desconocido”. En el año 1990, fueron llevadas al recién reabierto Monasterio de Tolga en la diócesis de Yaroslav. En septiembre del mismo año, las reliquias sagradas llegaron a Irkutsk y fueron colocadas en la catedral, para alegría de todos los fieles.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2024). Repose of Saint Innocent, First Bishop of Irkutsk. New York, Estados Unidos: OCA.
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