conmemorado el 6 de abril.
San Eutiquio, Patriarca de Constantinopla, nació en un pueblo llamado “Divino” en la provincia de Frigia. Su padre, Alejandro, era soldado y su madre, Sinesia, era hija del sacerdote Hesiquio de Augustópolis, de quien san Eutiquio recibió los primeros rudimentos de su educación y crianza cristiana.
Una vez, mientras jugaba un juego infantil, el niño escribió su propio nombre con el título de Patriarca. Con ésto parecía predecir su futuro servicio. Fue enviado a Constantinopla a los doce años para continuar su educación. El joven perseveró en el estudio de la ciencia y se dio cuenta de que la sabiduría humana no es nada en comparación con el estudio de la Revelación divina. Por lo tanto, decidió dedicarse a la vida monástica. San Eutiquio se retiró a uno de los monasterios amaseos y recibió el esquema angélico. Por su estricta vida fue nombrado archimandrita de todos los monasterios amaseos, y en el año 552 fue designado para el trono patriarcal.
Cuando el Quinto Concilio Ecuménico se disponía a reunirse durante el reinado del santo emperador Justiniano (527-565), el Metropolitano de Amaseia enfermó y envió a san Eutiquio en su lugar. En Constantinopla, el anciano Patriarca san Menas (25 de agosto) vio a san Eutiquio y predijo que sería el próximo Patriarca. Después de la muerte del santo patriarca Menas, el apóstol Pedro se apareció en una visión al emperador Justiniano y, señalando con la mano a Eutiquio, le dijo: “Que sea hecho tu obispo”.
Al comienzo mismo de su servicio patriarcal, san Eutiquio convocó el Quinto Concilio Ecuménico (553), en el que los Padres condenaron y anatematizaron las nacientes herejías. Sin embargo, después de varios años surgió una nueva herejía en la Iglesia: el aftartodocetismo o “de apariencia imperecedera” que enseñaba que la carne de Cristo, antes de Su muerte en la Cruz y Resurrección, era imperecedera e incapaz de sufrir.
San Eutiquio denunció enérgicamente ésta herejía, pero el mismo emperador Justiniano se inclinó hacia ella y volvió su ira sobre el santo patriarca. Por orden del emperador, los soldados capturaron al santo en la iglesia, lo despojaron de sus vestiduras patriarcales y lo enviaron al exilio a un monasterio amaseo (565). El santo sobrellevó el destierro con mansedumbre, y vivió en el monasterio en ayuno y oración, y obró numerosos milagros y curaciones.
Así, a través de su oración, la esposa de un devoto hombre de nombre Andrógenes, que había dado a luz solo a niños muertos, en aquel tiempo dio a luz a dos hijos que vivieron hasta la madurez. Dos sordomudos recibieron el don de la palabra; y dos niños gravemente enfermos recuperaron la salud. El santo curó una úlcera cancerosa en la mano de un artista. El santo también curó a otro artista, ungiendo su mano enferma con aceite y haciendo sobre ella la Señal de la Cruz.
El santo sanó no solo las dolencias corporales, sino también las espirituales: expulsó al demonio de una niña que la había impedido la Sagrada Comunión; expulsó un demonio de un joven que había huido de un monasterio (después de lo cual el joven regresó a su monasterio); sanó a un leproso embriagado, quien dejó de beber después de ser limpiado de su lepra.
Durante la invasión persa de Amaseia y su devastación generalizada, distribuyeron grano a los hambrientos de los graneros del monasterio por orden del santo, y por sus oraciones, las reservas de grano en el monasterio no se agotaron.
San Eutiquio recibió de Dios el don de la profecía. Así, reveló los nombres de dos de los sucesores del emperador Justiniano: Justino (565-578) y Tiberíades (578-582).
Tras la muerte del santo patriarca Juan Escolástico, san Eutiquio regresó a la cátedra en el año 577 después de su exilio de doce años, y una vez más gobernó sabiamente a su rebaño.
Cuatro años y medio después de su retorno al trono patriarcal, en 582, san Eutiquio reunió a todo su clero el domingo de Tomás, lo bendijo y durmió en paz en el Señor.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2023). Saint Eutychius, Patriarch of Constantinople. New York, Estados Unidos: OCA.
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