conmemorado el 7 de abril.
San Jorge nació alrededor del año 776 frente a Mitilene, en la costa de Asia Menor, de padres acaudalados, y quizás fue su único hijo. Cuando sus padres murieron, Jorge, sobresaliente por su humildad y filantropía, distribuyó toda su herencia entre los necesitados, y a la edad de dieciocho años partió hacia un monasterio, donde permaneció durante dos años.
Deseando una mayor y más rigurosa vida ascética, dejó la costa de Asia Menor y llegó a Mitilene. Un extraño entre extraños, vivió como asceta en una cueva en entera sobriedad, ayuno y oración. Pero no pasó mucho tiempo antes de que la noticia de su santidad se extendiera por la isla, de modo que cuando el obispo de Mitilene descansó en el Señor, todas las personas pidieron que Jorge fuera su obispo. Así, a los veintiocho años fue ordenado obispo de Mitilene, en el año 804.
Tras nueve años de servicio, se vio obligado a solventar casos en Constantinopla, en el momento del reinado del emperador Miguel (811-813) y el patriarca Nicéforo (806-815). Cuando arribó, el Patriarca Ecuménico le aconsejó a Jorge que permaneciera un tiempo en la ciudad de Constantinopla, donde consideraba necesaria su presencia y ayuda. Así, Jorge permaneció en Constantinopla durante dos años (813-815).
Mientras tanto, el emperador Leo V el armenio (813-820), un iconoclasta, ascendió al trono y ordenó una persecución contra los iconódulos. El patriarca junto con el obispo Jorge de Mitilene y otros venerables padres se presentaron ante el emperador y le pidieron que cesara la persecución contra la Iglesia.
El emperador no solo se mantuvo firme en su decisión, sino que, encima, condenó al exilio al patriarca y al obispo Jorge. Con respecto a san Jorge ─por razón de la “franqueza” mostrada ante el emperador, se ordenó que fuese azotado con cien latigazos. San Jorge fue exiliado a una isla infértil de la Propóntide (Mar de Mármara actual). Allí persistió en la vida ascética y soportó penurias, privaciones y dolores inimaginables, viviendo solo de algunas hierbas silvestres.
Poco después, los cristianos comenzaron a visitarlo en tal sitio para escuchar sus enseñanzas, confesarse y ser sanados de sus enfermedades. Entre los milagros obrados por el santo se cuentan la curación de una persona poseída por un demonio, una persona sorda, una persona ciega, entre otros.
Debido a sus muchos milagros, se hizo conocido como “portador de señales”, es decir, un obrador de milagros. No mucho tiempo después, debido a sus dificultades, perdió su salud, y después de seis años en el lugar de su exilio, san Jorge descansó en el Señor a la edad de cuarenta y cinco años, el 7 de abril de 821.
Cuando Metodio se convirtió en Patriarca (842-846), los cristianos de Mitilene acudieron al lugar del exilio de su obispo, donde tomaron sus reliquias y las llevaron de regreso a Mitilene. Prontamente, sus reliquias fueron vistas como “fuente de curación”, y él visto como un santo.
En cuanto a lo que pasó con las reliquias de san Jorge con el paso del tiempo, nadie lo sabe, pero se cree que originalmente fueron llevadas a “Tria Kyparissia”, cerca de la Capilla de San Juan el Precursor.
Desde el siglo XVIII, su mano derecha se conserva en Mitilene, y es venerada en su Servicio Divino de la siguiente manera: “Tu mano sagrada es una fuente de curación inagotable para tu rebaño. La Iglesia celebra hoy su venerada residencia, jerarca de Cristo, portador de la señal Jorge, veneramos tu mano tan reverenciada”.
Hay razones para creer que su mano se encuentra actualmente en la Iglesia de San Jorge el Portador del Trofeo en Skalochori, encerrada en una carcasa de plata que dice “Agios Giorguis”. San Jorge también es celebrado el 1 de febrero, con sus hermanos Simeón el Nuevo Estilita y David el Monje.
REFERENCIAS
La Ortodoxia es la Verdad. (2023). San Jorge, Obispo de Mitilene. Atenas, Grecia: https://laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com
留言