conmemorado el 14 de junio.
San Metodio el Confesor, Patriarca de Constantinopla, nació en Sicilia en el seno de una familia afortunada. Teniendo vocación de servir a Dios, siendo aún joven visitó un Monasterio en la isla de Quíos y lo restauró con sus medios. Durante el reinado del iconoclasta León el Armenio (813-820), Metodio ocupó el alto cargo de “apokrisiaros” (“abogado de asuntos Eclesiales”) bajo el Santo Patriarca Nicéforo (2 de junio). El Patriarca lo envió a Roma en misión al papado y allí permaneció. Durante éste período, León el Armenio destituyó a Nicéforo del trono patriarcal y puso en él al iconoclasta Teodoto de Melissinea, a quien apodaron “Kassiter” (“Hombre de Hojalata”) (815-822). Después del deceso de León el Armenio, san Metodio retornó y, con la dignidad de presbítero, luchó incesantemente contra la herejía iconoclasta.
El emperador Miguel el Tartamudo (820-829) se destacó al principio por su benevolencia y liberó a muchos encarcelados por su predecesor por su veneración de iconos, pero pasado un tiempo renovó la persecución contra la ortodoxia. San Metodio fue encarcelado en Akrita. Después del fallecimiento de Miguel el Tartamudo, el gobernante fue Teófilo (829-842), también iconoclasta. Hombre más refinado que su padre, dejó en libertad a san Metodio, que también era un hombre de letras, magníficamente hábil en asuntos no sólo eclesiales, sino también civiles. Habiendo recibido su libertad, san Metodio renovó la lucha con los herejes, y durante algún tiempo el emperador lo toleró.
Pero después de la derrota en una guerra con los árabes, Teófilo descargó su ira contra Metodio, diciendo que Dios lo había castigado porque había dejado que un “adorador de iconos” se acercara a él. Metodio objetó, diciendo que el Señor estaba enojado con él por los insultos a sus santos iconos. Entregaron al Santo al tormento y golpearon su rostro, de modo que rompieron su mandíbula. A partir de entonces, su rostro mostró cicatrices. Metodio fue enviado a la isla de Antígono y allí lo encerraron con dos ladrones en una cueva profunda. En ésta oscura prisión donde no penetraba la luz del día, Metodio languideció durante 7 años hasta la muerte del emperador Teófilo.
Durante este tiempo, los Santos Confesores Teodoro y Teófanes el Marcado (27 de diciembre), que también habían sido enviados a prisión, enviaron a Metodio saludos en verso, y el prisionero respondió también con saludos en verso.
Después de la muerte de Teófilo, su hijo Miguel III (842-867) comenzó a gobernar, pero al no ser mayor de edad, el Imperio Bizantino fue gobernado por su madre, la emperatriz Teodora, veneradora de iconos.
La emperatriz intentó extirpar la herejía iconoclasta y dio órdenes de liberar a los confesores encarcelados por la veneración de iconos. El hereje Annio que ocupaba el trono patriarcal fue desterrado y se eligió a san Metodio en su lugar. En Constantinopla se convocó un concilio local presidido por san Metodio (842). El Concilio restableció la veneración de los iconos y estableció una celebración anual del triunfo de la ortodoxia.
El “Synodikon de la Ortodoxia”, compilado por san Metodio, se lee el primer domingo de la Gran Cuaresma.
Intentando socavar la autoridad de san Metodio, y también el amor y la estima de su rebaño para con él, los herejes lo calumniaron por haber transgredido la castidad. La calumnia quedó expuesta como tal y los enemigos del santo fueron avergonzados. Los últimos años del Santo transcurrieron en paz, trabajó mucho, guio sabiamente a la Iglesia y a su rebaño, renovó los templos arruinados por los herejes, recogió las reliquias de los Santos esparcidas por los herejes y trasladó las reliquias del Patriarca Nicéforo del sitio de su encarcelamiento de vuelta a Constantinopla.
San Metodio durmió en el Señor en el año 846. Era espiritualmente cercano al Venerable Joanicio el Grande (4 de noviembre), quien anunciara su nombramiento como patriarca, así como el tiempo de su dormición.
Además del “Synodikon de la ortodoxia”, el Santo Jerarca preparó una regla para los convertidos a la fe, tres ritos matrimoniales y numerosos sermones pastorales e himnos eclesiásticos.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2024). Saint Methodius, Patriach of Constantinople. New York, Estados Unidos: OCA.
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