conmemorado el 13 de junio.
San Trifilio, Obispo de Levkosia (actual Nicosia, en Chipre), nació en Constantinopla y recibió su educación en Berit (Beirut, en el Líbano). Era muy inteligente y elocuente. Aún así, el Santo eligió como guía a un hombre ni estudioso ni erudito, pero sí de descollante santidad: san Espiridón de Tremitunte (12 de diciembre).
El emperador Constantino II (337-340) cayó gravemente enfermo y, al no recibir ayuda de los médicos, recurrió a Dios. En un sueño vio un ángel que lo dirigía hacia un grupo de jerarcas. Señalando dos de ellos, el ángel dijo que sólo a través de ellos podría recibir sanidad.
Constantino emitió un edicto imperial ordenando a los obispos que se reunieran. San Espiridón también recibió ésta orden y acudió al emperador con su discípulo san Trifilio. El enfermo los reconoció inmediatamente como los sanadores indicados por el ángel. Se inclinó ante ellos y solicitó que oraran por su salud. San Espiridón, con una oración, tocó la cabeza del emperador y éste se recuperó.
San Trifilio quedó encantado con el hermoso palacio, la majestuosa figura del emperador y la pompa de la vida palaciega. San Espiridón dijo: “¿Por qué estás asombrado? ¿Todo esto hace que el emperador sea más justo? Todos ellos, tanto emperadores como dignatarios, expirarán y comparecerán junto con los menesterosos ante el tribunal de Dios. Uno debe buscar las bendiciones eternas y la gloria celestial”.
Pronto san Trifilio fue nombrado obispo de Levkosia en Chipre. Visitaba a menudo a san Espiridón. Una vez pasaron por una zona de viñedos y jardines de especial belleza y abundancia, llamada Parimnos. San Trifilio, atraído por la belleza de la naturaleza, pensó en cómo explorar éstas tierras. San Espiridón discernió los pensamientos de san Trifilio y dijo: “¿Por qué piensas siempre en las bendiciones terrenales y transitorias? Nuestra habitación y nuestras riquezas están en el Cielo, por lo que debemos esforzarnos”. Así san Espiridón condujo a su discípulo hacia la perfección espiritual, la cual san Trifilio alcanzó merced a las oraciones de su maestro. San Trifilio poseía un alma caritativa, un corazón bondadoso, recta fe y amor hacia todos, entre tantas otras virtudes.
Una vez, se convocó un concilio de obispos en Chipre. Los Padres del Concilio pidieron que san Trifilio, conocido por su erudición y elocuencia, se dirigiera al pueblo. Hablando de la curación del paralítico por parte del Señor (Mc 2:11), en lugar de la palabra “catre” usó la palabra “cama”. Impaciente por la interpretación imprecisa del texto evangélico, san Espiridón le dijo a san Trifilio: “¿Eres tú mejor que Aquel que dijo “cure”, para que te avergüences de sus palabras?” y bruscamente salió de la iglesia.
De ésta manera san Espiridón dio a san Trifilio una lección de humildad, para que no se enorgulleciera de su propia elocuencia. San Trifilio pastoreó sabiamente a su rebaño. Con la herencia que lo legó su madre, construyó un Monasterio en Levkosia. El Santo durmió en el Señor en su vejez hacia el año 370.
El peregrino ruso Higúmeno Daniel contempló las reliquias de san Trifilio en Chipre a principios del siglo XII.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2024). Saint Triphyllius, Bishop of Leucosia, Nicosia, Cyprus. New York, Estados Unidos: OCA.
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