conmemorada el 1° de febrero.
Santa Brígida nació cerca del año 450 en Faughart, aproximadamente a dos millas de Dundalk en el Condado de Louth. Según la tradición, su padre era un pagano de nombre Dubthach y su madre, Brocessa, una de sus esclavas.
Desde niña, fue reconocida por su compasión hacia los menesterosos. Ella daba alimento, vestido, e incluso las posesiones de su padre a los necesitados. Un día su padre llevó a Brígida a la corte del rey, dejándola afuera esperando por él. Su padre pidió al rey que le comprara a su hija, ya que su excesiva generosidad la había hecho muy costosa para poderla mantener. El rey pidió ver a la niña, así que Dubthach lo llevo afuera. Y salieron justo a tiempo para ver como ella le daba la espada de su padre a un mendigo. Ésta espada había sido presentada a Dubthach por el propio rey, quien dijo, “No puedo comprar una niña quien nos toma por baratos”.
Santa Brígida recibió la tonsura monástica de manos de san Mael de Ardagh (6 de febrero). Poco después de esto, ella estableció un monasterio en unas tierras que el rey de Leinter le había dado. El lugar fue nombrado Cill Dara (Kildare), es decir, “la iglesia del cedro.” Éste fue el comienzo del monasticismo cenobítico femenino en Irlanda.
Los milagros obrados por santa Brígida son sumamente numerosos como para relatarlos aquí, pero tal vez un relato baste para ilustrar.
Una tarde, la Santa Abadesa estaba sentada con Dara, una monja ciega. Platicaron desde el atardecer hasta al amanecer de las alegrías del Reino del Cielo, y del amor de Cristo, perdiendo toda noción del tiempo. Santa Brígida estaba impactada por la belleza de la tierra y el cielo a la luz matinal. Dándose cuenta de que la hermana Dara era incapaz de apreciar esta belleza, se entristeció. Y después oró e hizo la Señal de la Cruz sobre los ojos de Dara. Y al hacer esto, los ojos ciegos de la monja se abrieron y ella vio el sol en el oriente, los árboles y las flores destellando merced al rocío. Miró por algún tiempo, después volteo hacía Santa Brígida y dijo, “Cierra mis ojos nuevamente, querida Madre, porque cuando el mundo es visible a los ojos, entonces Dios es menos visible para el alma”. Santa Brígida oró nuevamente, y Dara quedó ciega una vez más.
Santa Brígida durmió en el Señor en el año 523, después de recibir la Santa Comunión de parte de san Ninnidh de Inismacsaint (18 de enero). Fue sepultada en Kildare, pero sus reliquias fueron trasladadas a Downpatrick durante las invasiones vikingas. Se cree que fue sepultada en la misma tumba que san Patricio (17 de marzo) y san Columba de Iona (9 de junio).
La tradición de hacer las cruces de Santa Brígida a partir de juncos y colgarlas en las casas aún se preserva en Irlanda, donde la devoción por la Santa permanece viva. Ella es venerada igualmente en el norte de Italia, Francia, y Gales.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2023). Venerable Brigid (Bridget) of Ireland. New York, Estados Unidos: OCA.
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