conmemorado el 22 de enero.
El Santo Apóstol Timoteo era oriundo de la ciudad de Listra, Licaonia, en Asia Menor. Se convirtió a Cristo en el año 52 por intermedio del Santo Apóstol Pablo. Cuando los apóstoles Pablo y Bernabé, visitaban por vez primera las ciudades de Licaonia, san Pablo sanó a un lisiado de nacimiento. Entonces, muchos de los habitantes de Listra creyeron en Cristo, y entre ellos estaban Timoteo, su madre Eunice y su abuela Loida (Lois) (mencionadas en Hch 14:6-12; 2 Tim 1:5).
La semilla de la fe, sembrada en el alma de san Timoteo por el Santo Apóstol Pablo, dio abundante fruto. Se convirtió en discípulo de san Pablo, y más tarde, en su inseparable compañero en la obra de predicación del Evangelio. El Apóstol Pablo amaba a san Timoteo y en sus epístolas se dirige a él como su hijo amado, recordando su devoción y fidelidad con gratitud.
A Timoteo le escribió: “Tú, en cambio, me has seguido asiduamente en mis enseñanzas, conducta, planes, fe, paciencia, caridad, constancia” (2 Tm 3:10). El apóstol Pablo nombró a san Timoteo obispo de Éfeso, donde el santo permaneció durante quince años. Por último, cuando san Pablo estaba en prisión y en espera del martirio, llamó a su fiel amigo, san Timoteo, para un último adiós (2 Tm 4:9).
San Timoteo durmió en el Señor como mártir. Los paganos de Éfeso celebraban un festival en honor de sus ídolos y solían marchar por la ciudad llevando a sus ídolos en medio de ceremonias y canciones impías. San Timoteo, celoso de la gloria de Dios, trató de poner fin a la procesión y los paganos se lanzaron airadamente sobre el Santo Apóstol, lo azotaron, lo arrastraron por el suelo, y, finalmente, lo asesinaron. El martirio de san Timoteo tuvo lugar en el año 93.
En el siglo IV las reliquias de san Timoteo fueron trasladadas a Constantinopla y colocadas en la iglesia de los Santos Apóstoles cerca de las tumbas de San Andrés y San Lucas. La Iglesia honra a san Timoteo como uno de los Setenta Apóstoles enviados por el Señor en el Evangelio.
En la práctica rusa, la parte de atrás de la cruz de un sacerdote es a menudo inscrita con las palabras que san Pablo dirigiera a san Timoteo: “Sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1 Tm 4:12).
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2024). Apostle Timothy of the Seventy. New York, Estados Unidos: OCA.
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