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SANTO GRAN MÁRTIR CRISTÓFORO

conmemorado el 09 de mayo.


El Santo Mártir Cristóforo (gr. Χριστόφορος) vivió durante el siglo III y sufrió el martirio cerca del año 250, durante el reinado del emperador Decio (249-251). Existen numerosos relatos de su vida y milagros, y es ampliamente venerado en el mundo entero. San Cristóforo es especialmente venerado en Italia, donde la gente le ora en tiempos de enfermedades contagiosas.

Hay varias sugerencias sobre su ascendencia. Algunos historiadores creen que descendía de los cananeos, mientras que otros dicen que de los “Cynoscephalai” (lit. “cabezas de perro”) de Tesalia.

San Cristóforo fue un hombre de gran estatura y fuerza inusual. Según la tradición, san Cristóforo era bien parecido, mas deseando evitar la tentación para sí y para los demás, pidió al Señor que lo diera un rostro poco atractivo, y así fue hecho. Antes del Bautismo había sido dado el nombre de Reprobus por razón de su desfigurada apariencia. Aún entonces, Reprobus confesó su fe en Cristo y denunció a quienes perseguían a los cristianos. En consecuencia, un tal Baco lo dio una paliza, la cual soportó con humildad.

Debido a su afamada fortaleza, se asignaron 200 soldados para llevarlo ante el emperador Decio. Reprobus se sometió sin resistencia. En el camino ocurrieron varios milagros; un palo seco floreció en la mano del santo, los panes se multiplicaron gracias a sus oraciones y a los viajeros no les faltó alimento. Ésto evoca la multiplicación de los panes en el desierto por parte del Salvador. Los soldados que rodeaban a Reprobus quedaron asombrados ante semejantes milagros. Llegaron a creer en Cristo y recibieron el Santo Bautismo junto con Reprobus por san Babil de Antioquía (4 de septiembre).

Una vez, Cristóforo hizo el voto de servir al rey más grande del mundo, por lo que primero se ofreció a servir al rey local. Al ver que el rey temía al diablo, Cristóforo pensó que dejaría al rey para servir a Satanás. Al enterarse de que el diablo temía a Cristo, Cristóforo fue a buscarlo. San Babil de Antioquía lo anunció que la mejor manera de servir a Cristo era haciendo bien la tarea para la que estaba mejor preparado. Por lo tanto, se convirtió en barquero, llevando personas a través de un río sobre sus hombros. Una noche de tormenta, Cristóforo llevó a un Niño que insistía en ser llevado en ese mismo momento. Con cada paso que daba Cristóforo, el Niño parecía volverse más pesado. A medio camino del río, Cristóforo sintió que sus fuerzas se agotaban y que él y el Niño se ahogarían en el río. Al llegar al otro lado, el Niño le dijo que acababa de cargar sobre sus hombros todos los pecados del mundo. Luego ordenó a Cristóforo que plantara su bastón en la tierra. En haciéndolo, el bastón creció hasta convertirse en un grandioso árbol. Entonces reconoció a Cristo, el Rey a quien había prometido servir.

San Cristóforo fue llevado ante el emperador, quien intentó hacerle renunciar a Cristo, no por la fuerza sino con astucia. Llamó a dos mujeres libertinas, Kalíniki y Aquilina, a quienes ordenó persuadir a Cristóforo de que negara a Cristo y ofreciera sacrificios a los ídolos. En su lugar, las mujeres fueron convertidas a Cristo por san Cristóforo. Cuando regresaron ante el emperador, se declararon cristianas. Por lo tanto, fueron sometidas al tormento, recibiendo así, la corona del martirio.

Decio también condenó a ejecución a los soldados que habían sido enviados tras san Cristóforo, pero que ahora creían en Cristo. El emperador ordenó que arrojaran al Mártir en una caja de metal al rojo vivo. Sin embargo, san Cristóforo no padeció ningún sufrimiento, siendo preservado. Después de feroces tormentos, finalmente decapitaron al Mártir con una espada. Ésto ocurrió en el año 250 en Licia. Por sus milagros, el Santo Mártir Cristóforo convirtió a Cristo a cincuenta mil paganos, como atestigua san Ambrosio de Milán. Las reliquias de san Cristóforo fueron trasladadas posteriormente a Toledo (España), y más tarde a la abadía de Saint Denis en Francia.

En Grecia, muchas iglesias disponen el icono de san Cristóforo en la entrada para que la gente pueda verlo al entrar y salir del edificio. Hay un verso en rima en griego que dice: “Cuando veas a Cristóforo, podrás caminar con seguridad”. Ésto refleja la creencia de que quien mire el icono de san Cristóforo no sufrirá una muerte inesperada en tal día.

El nombre Cristóforo significa “portador de Cristo”. Ésto puede referirse a la historia en la que el propio Santo llevara al Salvador a través del río sobre sus hombros; asimismo, puede referirse a san Cristóforo portando a Cristo dentro de sí (Gal 2:20).

El cráneo de san Cristóforo se encuentra en el Monasterio de Karakalou en el Monte Athos. Piezas de las Sagradas Reliquias de san Cristóforo se hallan en los Monasterios de Prousos en Evritania, de la Natividad de la Theotokos en Égina, de los Santos Médicos Anárgiros en Kastoria y de Kykkos en Chipre.



REFERENCIAS

Orthodox Church in America. (2024). Martyr Christopher of Lycia, and with Him, the Martyrs Callinika and Aquilina. New York, Estados Unidos: OCA.

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