conmemorados el 5 de septiembre.
El Santo Profeta Zacarías y la Santa y Justa Elisabet fueron los padres del Santo, Honorable, Glorioso Profeta y Precursor Juan, Bautista del Señor. Ambos descendían del linaje de Aarón: san Zacarías, hijo de Berequías, era sacerdote en el Templo de Jerusalén, y santa Isabel era hermana de la Santa y Justa Ana, madre de la Santísima Theotokos. “Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor” (Lc 1:6), empero, sufrieron la esterilidad, que en aquellos tiempos se consideraba un castigo de Dios.
Una vez, durante el tiempo del servicio sacerdotal en el Templo, un Ángel dijo a san Zacarías que su anciana esposa le daría un hijo, que “será grande delante de Dios… y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre” (Lc 1:15); “Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos. E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto” (Lc 1:16-17).
Zacarías dudó que ésta predicción se hiciera realidad y por su incredulidad quedó mudo. Cuando Elisabet dio a luz a un hijo, por inspiración del Espíritu Santo anunció que su nombre era Juan, aunque nadie en su familia tenía ese nombre.
Le preguntaron a Zacarías y él también escribió el nombre Juan sobre una tablilla. Inmediatamente recuperó el don de la palabra e inspirado por el Espíritu Santo comenzó a profetizar acerca de su hijo como el Precursor del Señor.
Cuando el rey Herodes se enteró por los magos del nacimiento del Mesías, decidió asesinar a todos los niños de hasta dos años en Belén y sus alrededores, con la esperanza de que el Mesías recién nacido estuviera entre ellos.
Herodes sabía del inusual nacimiento de Juan y deseó asesinarlo, temiendo que fuera el augurado rey de los judíos. Pero Elisabet se ocultó junto con el niño en las colinas. Los asesinos buscaron a Juan por todas partes. Cuando vio a sus perseguidores, Elisabet comenzó a implorar a Dios por su seguridad, e inmediatamente la colina se abrió y los ocultó de sus perseguidores.
En éstos trágicos días llegaba el tiempo de san Zacarías para asistir a los servicios en el Templo. Los soldados enviados por Herodes intentaron en vano extraer de él el paradero de su hijo. Luego, por orden de Herodes, asesinaron al Santo Profeta Zacarías, habiéndolo apuñalado entre el templo y el altar (Mt 23:35). Elisabet murió cuarenta días después que su marido, y san Juan, preservado por el Señor, habitó en el desierto hasta el día de su aparición ante la nación de Israel.
En el calendario griego, a los Santos Zacarías e Isabel se los conmemora igualmente el 24 de junio, en la Fiesta de la Natividad del Santo, Honorable, Glorioso, Profeta y Precursor Juan, Bautista del Señor.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2023). Holy Prophet Zachariah and Righteous Elizabeth, Parents of Saint John the Baptist. New York, Estados Unidos: OCA.
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