conmemorados el 1° de agosto.
Los Siete Santos Mártires Macabeos Abimus, Antoninus, Gurías, Eleazar, Eusabonus, Alimus, Marcellus, su madre Salomonia, y su maestro Eleazar, sufrieron en el año 166 antes de Cristo bajo el impío rey sirio Antíoco IV Epífanes. Éste insensato gobernante amaba las costumbres paganas y helenísticas, y despreciaba las costumbres judías. Hizo todo lo posible para apartar a la gente de la Ley de Moisés y de su alianza con Dios. Profanó el Templo del Señor, erigió allí una estatua del dios pagano Zeus y obligó a los judíos a adorarlo. No pocos abandonaron al Dios de Abraham, Isaac y Jacob, mas también hubo quienes continuaron creyendo que el Salvador vendría.
Un anciano de noventa años, el escriba y maestro Eleazar, fue conducido a juicio por su fidelidad a la Ley Mosaica. Sufrió el tormento y murió en Jerusalén.
En semejanza de espíritu, los discípulos del Santo Eleazar, los siete hermanos Macabeos y su madre Salomonia, demostraron gran valentía. Fueron llevados a juicio en Antioquía por el rey Antíoco Epífanes. Se confesaron valerosamente seguidores del Dios Verdadero y se rehusaron a comer carne de cerdo, lo cual estaba prohibido por la Ley.
El hermano mayor actuó como portavoz de los demás, diciendo que preferían morir antes que quebrantar la Ley. Fue sometido a crueles torturas a la vista de sus hermanos y su madre. Cortaron su lengua, arrancaron su cuero cabelludo y cortaron sus manos y pies. Luego se calentó un caldero y una grande sartén, y el siguiente de los hermanos fue arrojado a la sartén y expiró.
Los restantes cinco hermanos recibieron el tormento uno tras otro. El séptimo y más joven fue el último que quedó con vida. Antíoco le sugirió a Santa Salomonia que convenciera al niño de que lo obedeciera, para que al menos su último hijo se salvara. En cambio, la valiente madre le dijo que imitara la valentía de sus hermanos.
El niño reprendió al rey y fue torturado aún más cruelmente que sus hermanos. Después de que sus siete hijos habían muerto, Santa Salomonia se puso en pie sobre sus cuerpos, alzó sus manos en oración a Dios y expiró.
El martirio de los hermanos Macabeos inspiró a Judas Macabeo, quien lideró una revuelta contra Antíoco Epífanes. Con la ayuda de Dios, obtuvo la victoria y luego purificó el Templo de Jerusalén. También derribó los altares que los paganos habían levantado en las calles. Todos éstos eventos están relatados en el Segundo Libro de los Macabeos (8-10).
Varios Padres de la Iglesia predicaron sermones sobre los siete Macabeos, incluidos san Cipriano de Cartago, san Ambrosio de Milán, san Gregorio Nacianceno y san Juan Crisóstomo.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2023). 7 Holy Maccabee Martyrs. New York, Estados Unidos: OCA.
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