conmemorado el 21 de marzo.
El Venerable Abba Serapión vivió en Egipto durante el siglo IV. Se lo conoce como “el sindonita” porque sólo vestía un calzoncillo de lino (gr. “sindon”). Desde su juventud vivió como las aves del cielo (Mt 6:26). No tenía refugio y por varios días seguidos no tomaba alimento porque no tenía dinero para comprar pan. Cuando vio a un mendigo tiritando a causa del frío, lo dio su calzoncillo y quedó semidesnudo. Probó ser un excelente ejemplo de filantropía y misericordia, distribuyendo entre los necesitados su propia riqueza y todo lo que sus fieles visitantes lo daban para sí. Luego se hizo monje y vivió en el desierto de Sketes. Se dedicó a difundir la Palabra de Dios de diversas y múltiples maneras.
Una vez cayó en manos de un bandido, y con el don de persuasión logró darle la vuelta y convirtió a tal ladrón en un siervo de Dios. Asimismo, condujo al hereje maniqueo Lakedaimon a la ortodoxia.
Cierto filósofo griego, que quería poner a prueba la honestidad del monje, lo dio una moneda de oro y comenzó a observarlo. El Santo fue a ver a un comerciante de pan, tomó una barra y le dio la moneda de oro al comerciante, alejándose sin cuestionarse el valor de la moneda.
San Serapión condujo de manera especial a muchas personas por el camino de la salvación. Una vez se vendió como esclavo a un actor griego que deseaba convertirse a Cristo. El actor quedó asombrado por la santa vida del justo, por lo que creyó y fue bautizado con su familia. Imploró a san Serapión que permaneciera con él, no como esclavo, sino como mentor y amigo. El monje partió, sin embargo, sin aceptar el dinero que lo ofrecían.
Partiendo hacia Roma, san Serapión abordó un barco, pero no pagó nada a los marineros por su pasaje. Al principio comenzaron a reprocharle ésto, pero cuando vieron que el Anciano no había comido nada durante cinco días, por amor de Dios lo dieron alimento, cumpliendo así el mandamiento del Señor. En Roma, el monje continuó viajando, yendo de casa en casa, sin tener nada, reuniendo sólo riquezas espirituales para sí y para su prójimo.
Posteriormente fue nombrado obispo de Thmuis en el Bajo Egipto. Fue discípulo de san Antonio el Grande (17 de enero), y posteriormente escribió la “Carta Sobre la Muerte de San Antonio”. También fue amigo y partidario de san Atanasio de Alejandría (18 de enero y 2 de mayo). A finales del siglo XIX se descubrió una colección de textos litúrgicos atribuidos a san Serapión.
Al final retornó a su amado desierto, donde reposó pacíficamente en una avanzada vejez en el año 370, un ejemplo para todos los monjes.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2024). Venerable Serapion of Egypt. New York, Estados Unidos: OCA.
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