conmemorado el 06 de junio.
El Venerable Atalo (gr. Άτταλος) abandonó el mundo y las cosas del mundo, se convirtió en monje y se ocupó de todas las formas de ascetismo; a saber, el ayuno, las vigilias y cualquier otro trabajo laborioso. Era enormemente misericordioso, practicante del autodominio, continencia y prudencia. Tomaba alimento solo una vez cada dos o tres días, muchas veces cada cinco días y nunca dos veces en el mismo día. Jamás dormía de lado, sino estando sentado o de pie, tiempo durante el cual dormía un poco, lo necesario como para consolar la debilidad de la naturaleza. La cama, decía, es una especie de ataúd; más horas de sueño, más horas de mortandad.
A pesar de la dureza de su ascesis, tenía un alma dulce y tierna. Cada mañana las aves, se acercaban silenciosamente a él y enviaban su glorificación matinal al Dios creador. Dios lo regaló el don de obrar milagros. Su oración sanó enfermos de cuerpo y de alma. Con semejantes virtudes y milagros, pasó su vida. A medida que se acercaba su fin, cuyo momento exacto previó, incitó a los que estaban con él a darle su último abrazo en Cristo, y entregó su alma en las manos de Dios.
REFERENCIAS
La Ortodoxia es la Verdad. (2024). San Atalo el Milagroso. Atenas, Grecia: https://laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com
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