conmemorado el 15 de octubre.
San Eutimio el Joven de Tesalónica y Monte Athos era oriundo de la ciudad de Ancira en Galacia. Nicetas, el nombre que le fue dado en el mundo. Sus padres, Epifanio y Ana, llevaron una virtuosa vida cristiana y desde pequeño su hijo fue manso, piadoso y obediente. A los siete años quedó sin padre y pronto se convirtió en el único sostén de su madre en toda necesidad suya. Tras ingresar al servicio militar, Nicetas se casó, ante la insistencia de su madre. Después del nacimiento de una hija, abandonó en secreto su casa para entrar en un monasterio. Durante quince años el Venerable Eutimio vivió la vida ascética en el Monte Olimpo, donde aprendió de los Ancianos las obras monásticas.
El monje fue a instalarse en el Santo Monte Athos. En el camino escuchó que su madre y su esposa, a Dios gracias, gozaban de buena salud. Las dejó saber que se había hecho monje y las envió una cruz, instando que siguieran su ejemplo. En el Monte Athos fue tonsurado en el Gran Esquema y vivió durante tres años en una cueva en entero silencio, combatiendo las tentaciones. San Eutimio “el Joven” vivió largo tiempo como estilita, no lejos de Tesalónica, instruyendo a quienes acudían a él apelando a su consejo y sanando a los enfermos.
El monje purificó su mente y corazón hasta tal punto que se lo concedieron visiones y revelaciones divinas. Por mandato del Señor, san Eutimio fundó en el año 863 dos monasterios en Peristera, no lejos de Tesalónica, el cual dirigió durante 14 años, con el rango de diácono. En uno de ellos su esposa y su madre recibieron la tonsura monástica.
Antes de su reposo se instaló en Hiera, una isla del Monte Athos, donde durmió en el Señor en el año 898. Sus reliquias fueron trasladadas a Tesalónica. A San Eutimio se lo llama “el Joven” con el fin de distinguirlo de san Eutimio el Grande (20 de enero).
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