conmemorado el 28 de marzo.
El Venerable Hilario el Nuevo, Abad del Monasterio de Pelecete, se dedicó al servicio de Dios desde su juventud y pasó largos años como ermitaño. Por su vida santa e inmaculada fue ordenado al santo sacerdocio, y más tarde fue nombrado Higúmeno del monasterio de Pelecete (cerca de los Dardanelos). San Hilario recibió del Señor los dones de clarividencia y de la taumaturgia.
Por merced de la oración hizo descender la lluvia durante una sequía y, como el profeta Eliseo, separó las aguas de un río, expulsó nocivas bestias de los campos, llenó las redes de los pescadores cuando la pesca era infructuosa, e obras muchos otros milagros. Aún más, podía sanar a los enfermos y expulsar demonios.
San Hilario padeció el Gran y Santo Jueves del año 754, cuando el comandante militar Lakhanodrakon descendió repentinamente sobre el monasterio de Pelecete en persecución de los veneradores de iconos, abriéndose paso atrevidamente en la iglesia, interrumpiendo el servicio y arrojando los Santos Dones al suelo. Cuarenta y dos monjes fueron arrestados, encadenados, enviados al distrito de Edesa y asesinados. Los monjes restantes fueron horriblemente mutilados: los azotaron, quemaron sus barbas con fuego, untaron sus rostros con brea y cortaron las narices de algunos de los confesores. San Hilario murió por causa de la veneración de los iconos durante ésta persecución.
San Hilario dejó obras espirituales que contenían directrices morales para el ejercicio espiritual. San José de Volokolamsk (9 de septiembre y 18 de octubre) conocía bien la obra de san Hilario, y también escribió sobre el significado de la contienda monástica en sus propias obras teológicas.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2023). Venerable Hilarion the New, Abbot of Pelekete. New York, Estados Unidos: OCA.
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