VENERABLE SABAS DE ZVENÍGOROD
- monasteriodelasant6
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conmemorado el 03 de diciembre.

San Sabas de Zvenígorod (ru. Преподобный Савва Звенигородский) abandonó el mundo en su juventud y recibió la tonsura monástica de san Sergio de Rádonezh (ru. Сергий Радонежский, 25 de septiembre y 5 de julio), haciéndose su discípulo y compañero asceta.
San Sabas amaba la soledad y evitaba conversar con la gente. Vivía en constante trabajo, lamentando la pobreza de su alma y temblando ante el juicio de Dios. Fue un modelo de sencillez y humildad, y alcanzó tal profundidad de sabiduría espiritual que “en el Monasterio de San Sergio fue Padre Confesor de todos los hermanos, un venerable y erudito Anciano”.
Cuando el Gran Príncipe Demetrio del Don construyó el Monasterio de la Dormición de la Madre de Dios en el río Dubenka (ru. Дубенка), en acción de gracias por la victoria sobre Mamaí (ru. Мамай), cabeza de la Horda Azul, Sabas se convirtió en el Higúmeno, con la bendición de san Sergio. Manteniendo la sencillez de su vida ascética, comía plantas, vestía ropas ásperas y dormía en el suelo.
Cuando su Higúmeno, san Nikon (17 de noviembre), partió al desierto en el año 1392, los hermanos de la Lavra de la Trinidad y San Sergio le pidieron a San Sabas que se convirtiera en el Higúmeno del Monasterio. Pastoreó bien el rebaño que le habían confiado, con la mejor de sus habilidades, ayudado por las oraciones de su Padre Espiritual, san Sergio. Según la tradición, el pozo fuera de los muros de la Lavra se construyó mientras él era Higúmeno.
El príncipe Yuri de Zvenígorod, ahijado de san Sergio, sentía gran amor y estima por san Sabas. Lo eligió como su Padre Espiritual y le rogó que lo visitara para bendecir a toda su familia. El Santo esperaba regresar a su Monasterio, pero el príncipe le rogó que se quedara y fundara uno nuevo en su tierra natal, cerca de Zvenígorod, en un lugar llamado Storozhev.
San Sabas accedió a la petición del príncipe Yuri y, orando con lágrimas en los ojos ante un icono de la Madre de Dios, imploró su protección para ese lugar en el desierto. En Storozhev erigió una pequeña iglesia de madera en honor a la Natividad de la Santísima Theotokos y, cerca de allí, una pequeña celda para él. Aquí fundó un Monasterio en el año 1399 y, con amor paternal, acogió a todos aquellos que buscaban una vida de tranquilidad y aislamiento. San Sabas obró arduamente para construir el Monasterio. Excavó un pozo al pie de la colina, del cual acarreaba agua sobre sus hombros. Circundó el Monasterio con una empalizada de madera y, en una hondonada sobre él, cavó una celda donde pudiera vivir en soledad.
En el año 1399, san Sabas bendijo a su hijo espiritual, el Príncipe Yuri, para que emprendiera una campaña militar, prediciendo que derrotaría a su adversario. Merced a las oraciones del Santo Anciano, el ejército del Príncipe obtuvo una pronta victoria. Gracias a los esfuerzos de san Sabas, se hizo construir una iglesia de piedra de la Natividad de la Santísima Theotokos para reemplazar la antigua de madera.
Tras nombrar a su discípulo, también llamado Sabas, como su sucesor, san Sabas partió hacia el Señor a una edad avanzada el día 03 de diciembre del año 1406. La noticia de la dormición del Santo se extendió prontamente por los alrededores, y todos los pobladores de Zvenígorod, amantes de Cristo, tanto nobles como plebeyos, se reunieron para el entierro del difunto Santo, trayendo consigo a los enfermos y afligidos. Tras entonar himnos por el difunto, lo enterraron con honores en la iglesia de la Natividad de la Santísima Theotokos, que él mismo había construido.
La veneración de san Sabas de Zvenígorod, por parte de los lugareños, comenzó inmediatamente después de su reposo. El milagroso poder curativo que emanaba de la tumba del Santo y sus numerosas apariciones convencieron a todos de que Higúmeno Sabas era un Santo. En una carta del año 1539, san Sabas fue descrito como un obrador de milagros. El zar Alekséi Mikháilovich guardaba una veneración especial y visitaba frecuentemente el Monasterio de San Sabas a pie. La tradición ha conservado un relato notable de cómo san Sabas fue salvado de un oso feroz.
La Vida del Venerable Sabas de Zvenígorod, recopilada en el siglo XVI, relata que a finales del siglo XV (1480-1490), el Santo se apareció ante el padre Dionisio, cuarto Higúmeno del Monasterio de San Sabas, y le dijo: “¡Dionisio! Despierta y pinta mi icono”. Cuando el padre Dionisio le preguntó quién era, respondió: “Mi nombre es Sabas, fundador de ésta morada”.
El padre Dionisio no conocía personalmente al Santo así que llamó al anciano Habakkuk, quien había conocido a san Sabas en su juventud, con la esperanza de convencerse de que su sueño no era una quimera. Describió la apariencia del Santo, y el padre Habakkuk le aseguró que el Santo era exactamente igual a quien el Higúmeno había visto en su sueño. Entonces el padre Dionisio obedeció la orden de san Sabas y pintó su icono.
San Sabas fue contado entre los Santos en el Concilio de Moscú del año 1547. Sus reliquias incorruptas fueron recuperadas el día 19 de enero del año 1652.
El primer descubrimiento de las reliquias de san Sabas tuvo lugar el 19 de enero de 1652; y el segundo, el día 10 de agosto del año 1998.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2025). Venerable Savva, Igoumen of Zvenigorod, Disciple of Venerable Sergius of Radonezh. New York, Estados Unidos: OCA.





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