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VENERABLE ZACARÍAS DE EGIPTO

conmemorado el 24 de marzo.


Nuestro Venerable Padre Zacarías (gr. Ζαχαρίας) era hijo de Abba Karion (24 de noviembre), y junto con su padre fue de niño a Escete de Egipto y se convirtió en Monje. Alcanzó una humildad y virtud tan extraordinarias que fue hecho digno de convertirse en recipiente del Espíritu Santo, que enardecía su corazón día y noche. Por tal razón, su propio padre, Abba Karion, dijo de él: “He obrado muchas más tareas físicas que mi hijo Zacarías, pero no he alcanzado su estatura en humildad y silencio”.

Muchos de los grandes Padres y Ancianos buscaron aprender cómo fue que el Espíritu Santo vino a encontrar descanso dentro de él. Ésto llevó a Abba Macario a preguntarle a Abba Zacarías: “Dime, ¿qué hace a un monje?”. Él dijo: “¿No está mal que me preguntes?”. Y Abba Makarios le dijo: “Estoy seguro de que debo preguntarte a ti, hijo mío, Zacarías. Tengo uno que me insta a que te pregunte”. Zacarías le dijo: “Hasta donde yo sé, Padre, creo que quien se domina y se obliga a contentarse con las necesidades y nada más, ese hombre es un monje”.

Una vez, Abba Zacarías tuvo una visión cuando estaba en Escete, y se lo comunicó a su padre, Abba Karion; pero él, siendo un hombre de acción, realmente no sabía nada de tales cosas. Lo azotó, diciendo que la visión era de los demonios. Pero el pensamiento perduró; así que fue a ver a Abba Poemen de noche y le contó todo, y cómo ardía en su interior.

El Anciano percibió que era de Dios, así que lo envió a un Anciano y le dijo: “Haz lo que él te diga”. Se fue, y antes de hacer cualquier consulta, el Anciano se anticipó a él y le contó todo. “La visión es de Dios”, dijo, “pero ve y sométete a tu padre”.

Asimismo, un día Abba Moisés preguntó a Abba Zacarías: “Dime qué debo hacer”. Ante éstas palabras, éste último se arrojó al suelo a los pies del Anciano y dijo: “¿Me preguntas, padre?”. El Anciano le dijo: “Créeme, Zacarías, hijo mío, he visto al Espíritu Santo descender sobre ti y desde entonces me veo obligado a preguntarte”.

Entonces Zacarías retiró la capucha de su cabeza, la dispuso debajo de sus pies y la pisoteó, diciendo: “El hombre que no se deja tratar así, no puede convertirse en monje”.

Abba Poemen dijo: “Abba Moisés le hizo una pregunta a Abba Zacarías cuando estaba a punto de morir, diciendo: ‘Abba, ¿es bueno que guardemos silencio?’. Y Zacarías le dijo: “Sí, hijo mío, guarda silencio”. Y en la hora de su partida, mientras Abba Isidoro estaba sentado con él, miró al cielo y dijo: ‘Regocíjate y alégrate, hijo mío Zacarías, porque se han abierto las puertas del cielo’”.



REFERENCIAS

La Ortodoxia es la Verdad. (2025). Santo Abba Zacarías de Egipto. Atenas, Grecia: https://laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com

 

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