DESCUBRIMIENTO Y TRASLADO DE LAS SANTAS RELIQUIAS DEL HIEROMÁRTIR ATANASIO DE BREST
- monasteriodelasant6
- 20 jul
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conmemorado el 20 de julio.
El martirio del Santo Portador de la Pasión Atanasio de Brest (ru. Преподобномученик Афанасий Брестский), aconteció el día 05 de septiembre del año 1648. Durante ocho meses, el cuerpo del sufriente por la ortodoxia permaneció sepultado sin funeral eclesiástico. El 1° de mayo del año 1649, un niño indicó a los hermanos del Monasterio de Simeón el sitio de su sepultura. En aquel tiempo, el terreno donde reposaba el Santo Mártir pertenecía a los jesuitas, por lo que tuvieron que trabajar en secreto. Por la noche, los monjes desenterraron el cuerpo incorrupto del abad y lo trasladaron inmediatamente a otro lugar. Por la mañana, lo llevaron a su Monasterio, donde, después de varios días, el 08 de mayo, lo enterraron con honores en el coro (gr. κλῆρος, ru. крилосъ) derecho de la iglesia principal del Monasterio, dedicada a San Simeón el Estilita. La vida terrenal del Mártir monástico Atanasio había llegado a su fin, pero su recuerdo permaneció siempre vivo y sagrado entre los pobladores ortodoxos de la frontera occidental rusa. Sus reliquias incorruptas, depositadas en un relicario de cobre, fueron glorificadas por la gracia de obrar milagros y atrajeron a un gran número de creyentes.
El 08 de noviembre de 1815, durante un incendio en el Monasterio de San Simeón en Brest (ru. Брест), la iglesia de madera del Monasterio ardió en llamas y el relicario de cobre, que albergaba las reliquias del Hieromártir, se fundió. Al día siguiente del incendio, el sacerdote Samuel de Litovsk halló intacta una parte de las reliquias, que los piadosos moradores de la ciudad de Brest depositaron bajo el altar de la iglesia del comedor del Monasterio.
En el año 1823, con la bendición del Arzobispo Anatolio de Minsk, las santas reliquias fueron depositadas en un lecho de madera por el rector del Monasterio y llevadas a la iglesia para su veneración.
Así pues, agradó a Dios preservar una parte de las reliquias del Hieromártir Atanasio. Ante nosotros se alza éste gran campeón de la ortodoxia, con su gran fe y amor al prójimo. Profundamente religioso, inexorablemente devoto de la fe de los Santos Padres, se animó a expresar con palabras y obras su indignación contra la opresión de los cristianos ortodoxos por parte de los arrogantes uniatas. Con ferviente fe en el llamado de Dios, se lanzó a la lid por sus hermanos oprimidos. “No soy un profeta, sino solo un siervo de Dios, mi Creador, enviado a propósito de los tiempos, para decir la verdad a todos. Él me ha enviado para que predique la destrucción del infausto uniatismo”. Tales fueron las palabras del ferviente, inquebrantable e inspirado defensor de la fe ortodoxa, quien creía profundamente en el poder victorioso de la verdadera Fe.
San Atanasio vio la completa afirmación de la Ortodoxia y la destrucción definitiva y total del uniatismo como su solo propósito. Dedicó su vida entera a tal fin. Sometido a la voluntad de Dios, no pensó en el peligro ni consideró los obstáculos en el cumplimiento de su santo deber. San Atanasio hizo uso de sus discursos y escritos denodados y espiritualmente inspirados, sus publicadas protestas y su voluntaria necedad en Cristo para alcanzar su sagrada meta: la consolidación de la ortodoxia en la antigua tierra rusa.
Tras repudiar el uniatismo, sintió una profunda compasión y amor por quienes habían sido víctimas del proselitismo uniata. La rectitud y sinceridad de san Atanasio en relación con sus allegados marcaron el curso de todas sus acciones. En su vida solitaria, rodeado de enemigos manifiestos y ocultos, el Santo Asceta se mantuvo firme defensor y pilar de la ortodoxia. Repetía constantemente su predicción: “El uniatismo desaparecerá, pero la ortodoxia florecerá”.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2025). Uncovering of the relics of Venerable Athanasius, Abbot of Brest-Litovsk. New York, Estados Unidos: OCA.
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