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SAN ISAÍAS TAUMATURGO, OBISPO DE ROSTOV

conmemorado el 15 de mayo.


San Isaías, Obispo de Rostov (ru. Исаия, епископ Ростовский) y obrador de milagros, nació cerca de Kiev, de padres piadosos que lo criaron en la fe ortodoxa. En su juventud, abandonó la vanidad mundana e ingresó en el Monasterio de las Cuevas de Kiev, donde fue tonsurado por san Teodosio († 3 de mayo de 1074).

Ardiendo de amor por el Salvador, el joven monje se entregó a las arduas luchas del ayuno y la oración. Al mismo tiempo, era manso, humilde, obediente, desprendido, fraternal, y mortificaba las pasiones de la carne mediante la abstinencia y la paciencia, cultivando las virtudes de la sabiduría, la valentía espiritual y la castidad. Recordaba las palabras de un anciano: “La fuerza del hombre no depende de la naturaleza humana, tornadiza, sino de una intención firme”. Fortalecido por la Ayuda de Dios, ascendió constantemente en espíritu a la Jerusalén celestial.

Nuevas sobre las luchas ascéticas del joven monje Isaías pronto se esparcieron más allá del Monasterio. Tras la dormición de Barlaam, el primer Higúmeno del Monasterio, se construyó un Monasterio en el patio del Gran Príncipe Iziaslav I de Kiev (Iziaslav Yaroslávich), dedicado al Santo Gran Mártir Demetrio. En el año 1065, el príncipe Iziaslav pidió a san Teodosio que elevara al padre Isaías al rango de Higúmeno del dicho Monasterio por su vida virtuosa. San Teodosio dio su bendición, y el padre Isaías se convirtió en Higúmeno. Recibiendo éste elevado cargo, el bendito Isaías se hizo un buen mentor para los hermanos y un buen pastor del rebaño racional de Cristo. Como Higúmeno, siempre meditó en el Señor y perseveró en una vida de humildad y en las obras espirituales y corporales. Contemplando a un hombre tan Santo en su Monasterio, el príncipe Iziaslav se regocijó en espíritu, agradeciendo al Señor y a san Teodosio por concederlo su anhelo.

En el año 1078, san Isaías, versado en piedad y pleno de la gracia divina, participó en la oración conjunta de los Ancianos de las Cuevas por el Venerable Asceta Nikita el Recluso (ru. Никита Затворник, 31 de enero), quien fuera embaucado por un demonio (y posteriormente se convirtiera en obispo de Nóvgorod). Pasados tres años de contienda monástica y diez años de servicio como higúmeno, san Isaías fue llamado a ejercer el ministerio apostólico.

En el mismo año, san Isaías fue consagrado obispo de Rostov, donde aún había muchos paganos en aquella época. La diócesis de Rostov abarcaba un vasto territorio que incluía Yaroslavl, Vladímir, Nizhni Nóvgorod, Kostromá, Vólogda y parte de Moscú, Tver y Olonets. Los moradores paganos de la región se asían de numerosas supersticiones, costumbres sangrientas, adivinación y brujería. El buen pastor san Leoncio de Rostov († 23 de mayo de 1073) obró arduamente por la iluminación de la región de Rostov, pero su valiente sucesor encontró allí aún más paganos. San Isaías trabajó con celo, sembrando las semillas de la Fe ortodoxa entre los habitantes de su extensa diócesis, y también hizo construir una catedral en Rostov en honor a la Dormición de la Santísima Theotokos.

Según una antigua versión de su Vida, san Isaías “encontró a los recién iluminados, que aún no estaban firmemente establecidos en la fe”, y comenzó a instruirlos. Viajó con celo apostólico, predicando acerca de Cristo en la diócesis de Rostov, persuadiéndolos de la insensatez de la idolatría y destruyendo los ídolos paganos. San Isaías rogó a su rebaño que se mantuviera firme en su fe e imitara a Cristo en su vida. Repetía su mensaje dondequiera que iba: “Todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos” (Ga 3:27).

En un estiqueron de su servicio religioso, se expresa a la perfección el espíritu del ministerio de san Isaías: “¿Cómo te llamaremos, oh Jerarca? Ángel, porque viviste en la tierra como un ser incorpóreo; Apóstol, porque enseñaste la verdadera fe hasta los confines de Rusia; Mártir, porque por Cristo luchaste hasta la muerte, apartando a tu pueblo de las tinieblas de la impiedad y conduciéndolo a los pastos de la razón piadosa”.

Gran consuelo fue para san Isaías contar con la participación del Gran Príncipe Vladimir Monómaco en su ministerio. El Gran Príncipe donó fondos para la construcción de una catedral en Rostov en honor a la Dormición de la Santísima Theotokos, en la que se encontraba un icono milagroso inscripto por san Alipio de las Cuevas de Kiev (17 de agosto). El jerarca de Cristo, Isaías, trató con amor a los menesterosos, a los desafortunados y a todos los necesitados.

El Señor glorificó a su siervo obrando muchas señales y milagros a través de él. En el año 1089, “llevado en una nube como los antiguos apóstoles”, el obispo Isaías pudo estar presente en la consagración de la iglesia “celestial” de la Dormición de la Madre de Dios en el Monasterio de las Cuevas de Kiev.

Cuando llegó el tiempo de la consagración de la catedral de la Dormición en la Lavra de las Cuevas de Kiev (ru. Киево-Печерская лавра), el Metropolitano Ioann de Kiev no tuvo tiempo de invitar a los obispos piadosos de tierras lejanas a asistir al servicio. Pero su piadoso deseo fue concedido por un ángel de Dios que se apareció al obispo Isaías y le indicó que asistiera a la ceremonia. Entonces, milagrosamente, el ángel lo llevó a la Lavra de las Cuevas de Kiev, y pudo participar en la consagración. El mismo san Isaías, admirado por su maravilloso viaje, se lo contó al Metropolitano Ioann, diciendo que no se atrevía a desobedecer su orden ausentándose de la consagración del templo. El Primer Jerarca de Rusia quedó asombrado por lo que escuchó, pues no había tiempo para invitar a los obispos. Éste viaje milagroso fue fruto de la obediencia y el celo de san Isaías por la iglesia de Dios. Tres obispos, Isaías de Rostov, Lucas de Belgorod y Ioann de Chernígov, acompañaron al Metropolitano Ioann en la consagración de la iglesia de la Dormición de la Santísima Theotokos el día 14 del mes de agosto del año 1089. Posteriormente, el obispo Isaías retornó con su rebaño, que lo recibió con gran alegría.

Después de eso, san Isaías pastoreó su rebaño de Rostov durante menos de un año. Partió de éste mundo en el verano después de la Natividad de Cristo († 15 de mayo de 1090), tras trece años como obispo. El mismo ángel que lo condujo a Kiev para la consagración de la catedral de la Dormición, también condujo a su alma a habitar en las moradas celestiales por la eternidad.

Las reliquias de san Isaías se encontraron por primera vez junto con las de san Leoncio el día 23 de mayo de 1164. El príncipe Andréi Bogoliubski, creyente en la Santa Iglesia, colocó los cimientos de una nueva iglesia de piedra en Rostov (4 de julio) para reemplazar la de madera dañada por un incendio en el año 1160. Durante la excavación de los cimientos bajo el muro sur, se encontraron las reliquias de san Isaías. Según la antigua tradición y la Crónica: “Se encontró el ataúd del bienaventurado Isaías, y al abrirlo, vieron que las vestimentas y el cuerpo del Santo estaban incorruptos, y glorificaron a Dios, quien se complació en glorificar a su siervo no solo en vida, sino también en muerte. Aunque habían pasado muchos años, las vestimentas del jerarca y su cuerpo permanecieron intactos”. Las reliquias del Santo fueron dispuestas en la iglesia de San Juan, y dado que la iglesia de piedra se derrumbó al terminarse, las reliquias se trasladaron a la catedral en 1231 y se colocaron a la diestra del nártex.

Con el paso de los años, sin embargo, el recuerdo de los milagros de san Isaías cayó en el olvido, de modo que ni siquiera se encendió una lámpara sobre su tumba, y ningún sacerdote acudió con incienso para servir una Panikhída en su memoria, ya que el nártex siempre estaba cerrado. No era apropiado, sin embargo, que una lámpara tan grande permaneciera oculta bajo un celemín (Mt 5:15). Según el manuscrito de la Vida, “El Arzobispo, al ver que el icono de san Isaías era venerado por todos, así como su ataúd (en el nártex de la catedral), convocó a los sacerdotes el 17 de mayo y abrió el ataúd de este admirable padre. Lo exhumó del mismo en el año 1474 y lo dispuso con honor en un nuevo ataúd, cerca de las puertas del sur, donde aún obra milagros de curación”.

El primer Arzobispo de Rostov fue Teodoro, consagrado en el año 1390, y la veneración eclesiástica de san Isaías comenzó en el año 1474, con el traslado de sus reliquias a la iglesia. La primera Vida escrita de san Isaías data de esa misma época. En el año 1722, las reliquias fueron trasladadas a un cofre de plata. El 25 de abril de 1920, por decisión del Décimo Congreso de los Soviets del Distrito de Rostov, a pesar de las protestas de los creyentes, las reliquias de san Isaías, así como las de los Santos Ignacio y Demetrio (Tuptalo), el Venerable Abraham de Rostov y Santa Eufrosina de Pólatsk, fueron exhibidas desnudas en el centro de la Catedral de la Dormición. Una semana después, los santuarios con las reliquias de los Santos fueron devueltos a sus lugares. Posteriormente, las reliquias de san Isaías fueron colocadas en un santuario de madera cerrado en la Catedral de la Dormición. A finales de la década de 1980, algunas de las reliquias fueron llevadas a la Lavra de la Trinidad de San Sergio, y otras fueron entregadas al arzobispo Platón (Udovenko) de Yaroslavl y Rostov. En la actualidad, la venerable cabeza de san Isaías se conserva en la tienda de Serapión en la Lavra, y una parte de sus reliquias se encuentra en la Catedral de la Dormición de Rostov, en un arca entregada el 5 de junio de 1999 al administrador diocesano de Yaroslavl y Rostov, el arzobispo Micah (Kharkharov).

En el “Manual del Iconógrafo” se describe la apariencia visible del Santo: “Nuestro Padre entre los Santos, el obispo Isaías de Rostov, el taumaturgo, con barba puntiaguda como la de San Blas. El felonio del Santo es de color rojo, con un borde verde, un omoforio de color blanco, un tocado blanco sobre la cabeza y sostiene un Evangelio en sus manos”.

A san Isaías Taumaturgo, Obispo de Rostov, también se lo conmemora el día 23 del mes de mayo, en la Sinaxis de los Santos de Rostov-Yaroslavl.



REFERENCIAS

Orthodox Church in America. (2025). Saint Isaiah the Wonderworker, Bishop of Rostov. New York, Estados Unidos: OCA.

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