SAN TIKHON, OBISPO DE VORÓNEZH, TAUMATURGO DE ZADONSK Y DE TODA RUSIA
- monasteriodelasant6
- 13 ago
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conmemorado el 13 de agosto.

San Tikhon de Zadonsk (ru. Святитель Тихон Задонский), Obispo de Vorónezh (en el mundo, Timoteo Savel'yevich Kirillov, ru. Тимофей Савельевич Кириллов), nació en el año 1724 en la aldea de Korotsk, diócesis de Nóvgorod, en el seno de la familia del cantor Savelliy Kirillov (ru. Кириллов). (Posteriormente, el rector del Seminario de Nóvgorod le dio un nuevo apellido, Sokolov, ru. Соколов). Su padre falleció cuando Timoteo era pequeño, dejando a la familia en tal pobreza que su madre apenas conseguía llegar a fin de mes. Buscó que lo criara un vecino cochero, ya que no había otra forma de alimentar a la familia, pero su hermano Pyotr no lo permitió. Timoteo solía trabajar una jornada entera con los campesinos por un solo trozo de pan negro.
A los trece años, fue enviado a una escuela para clérigos cerca de la residencia del Arzobispo de Nóvgorod, y ganaba su sustento trabajando con los hortelanos. En el año 1740, fue aceptado en el Seminario de Nóvgorod gracias a una beca estatal que se le concediera. El joven sobresalió en sus estudios. Al terminar el seminario en 1754, se convirtió en profesor, primero de griego y luego de retórica y filosofía. En el año 1758, recibió la tonsura con el nombre de Tikhon. Ese mismo año, fue nombrado prefecto del seminario.
En el año 1759, fue trasladado a Tver y elevado al rango de Archimandrita del Monasterio de Zheltikov. Posteriormente, fue nombrado rector del seminario de Tver y, al mismo tiempo, Abad del Monasterio de Otroch.
Su elección como Obispo fue providencial. El Metropolitano Demetrio, presidente del Santo Sínodo, tenía la intención de trasladar al joven archimandrita a la Lavra de la Trinidad de San Sergio. El día de Pascua, en San Petersburgo, el Archimandrita Tikhon fue uno de los ocho candidatos considerados para ser elegido obispo vicario de Nóvgorod. El Metropolitano Demetrio consideró que era demasiado joven para el puesto, pero aceptó presentar su nombre. La suerte recayó tres veces sobre el Archimandrita Tikhon.
Ese mismo día, durante el Himno Querúbico, el Obispo Atanasio de Tver, sin darse cuenta, lo conmemoró como Obispo mientras cortaba partículas de prósfora en la Mesa de la Oblación. El día 13 de mayo del año 1761 fue consagrado obispo de Keksgolma y Ladoga (es decir, Obispo vicario de la diócesis de Nóvgorod).
En el año 1763, san Tikhon fue trasladado a la sede de Vorónezh. Durante los cuatro años y medio que administró la diócesis de Vorónezh, Vladyka (ru. Владыка, lit. “gobernante”, “amo”) Tikhon proporcionó constante edificación, tanto con su vida como con sus numerosos consejos pastorales y libros de gran ayuda espiritual. Asimismo, escribió una serie completa de obras para pastores: “Sobre los Siete Santos Misterios”, “Suplemento al Oficio Sacerdotal”, “Sobre el Misterio del Arrepentimiento”, “Instrucción sobre el Matrimonio”.
El Jerarca consideraba esencial que cada sacerdote, diácono y monje tuviera un Nuevo Testamento y lo leyera a diario. En una encíclica, instó a los pastores a servir los Santos Misterios con reverencia, temor de Dios y amor al prójimo. (Su Obra “Una Explicación de los Deberes Cristianos” se reeditó con frecuencia en Moscú y Petersburgo durante el siglo XVIII).
En Vorónezh, el Santo abolió una antigua costumbre pagana: la celebración en honor a Yarila (dios pagano asociado con la fertilidad del grano y el ganado). En los distritos periféricos donde se dispersaron las unidades militares de los cosacos del Don, formó una comisión misionera para atraer a los sectarios de vuelta a la Iglesia Ortodoxa.
En 1765, san Tikhon transformó la escuela eslavo-latina de Vorónezh en un seminario. Invitó a instructores experimentados de Kiev y Járkov (ru. Харьков) y confeccionó el plan de estudios. Dedicó gran atención y empeño a la edificación tanto de las iglesias como de la escuela, y a que los pastores comprendieran la necesidad de la instrucción. San Tikhon se esforzó incansablemente por administrar su vasta diócesis, y a menudo pasaba noches en vela. En el año 1767, su decaída salud lo obligó a abandonar la dirección de la diócesis y a retirarse a descansar al Monasterio de Tolshev, a poco más de cuarenta kilómetros de Vorónezh.
En 1769, el obispo Tikhon fue trasladado al Monasterio de la Theotokos en la ciudad de Zadonsk. Tras establecerse en éste Monasterio, se convirtió en un gran maestro de la vida cristiana. Con profunda sabiduría, expuso el ideal del verdadero monasticismo en su “Regla de Vida Monástica” y su “Guía para Volver de la Vanidad del Mundo”, ideal que cumplió en su propia vida. Se apegó estrictamente a los preceptos de la Iglesia. Visitaba la iglesia casi a diario y a menudo cantaba y leía en el coro. Con el tiempo, por humildad, dejó de participar y servir por completo, limitándose a permanecer de pie en el altar, haciendo con reverencia la señal de la cruz. Le encantaba leer las Vidas de los Santos y las obras de los Santos Padres. Se sabía el Salterio de memoria y solía leer o cantar los Salmos en sus viajes.
Vladyka Tikhon sufrió gran tribulación porque se hizo necesario abandonar a su rebaño. Al recuperar la salud, pensó en regresar a la diócesis de Nóvgorod, donde el Metropolitano Gabriel lo había invitado a dirigir el Monasterio de Iviron Vallai. Pero cuando su asistente de celda se lo mencionó al Anciano Aaron, éste declaró: “¿Estás loco? La Santa Madre de Dios no le ordena que se mude de aquí”.
El asistente de celda transmitió estas palabras a Su Gracia. “Si es así”, dijo, “no me mudaré de aquí”, y rompió la invitación. A veces viajaba al pueblo de Lipovka, donde celebraba servicios religiosos en Casa Bekhteev. El Santo también viajaba al Monasterio de Tolshev, el cual apreciaba por su soledad.
La culminación de toda su vida espiritual fueron los libros que escribió durante su retiro: “Un Tesoro Espiritual, Recogido del Mundo” (1770) y “Sobre el Verdadero Cristianismo” (1776).
El Obispo Tikhon vivía en circunstancias muy sencillas: dormía sobre paja, cubierto con un abrigo de piel de oveja. Su humildad era tan grande que ignoraba a los obreros que se reían de él mientras caminaba por el Monasterio, fingiendo no oírlos. Solía decir: “A Dios le complace que incluso los obreros del Monasterio se burlen de mí, y lo merezco por mis pecados”. A menudo decía: “El perdón es mejor que la venganza”.
Una vez, un Santo Loco por Cristo de nombré Kámenev golpeó al Jerarca en la mejilla diciéndole: “No seas tan arrogante”. Él lo aceptó con gratitud y dio al Insensato tres kopeks diarios por el resto de su vida.
Durante toda su vida, el Santo “soportó con gozo las dificultades, las penas y los insultos, consciente de que no hay corona sin victoria, ni victoria sin esfuerzo, ni esfuerzo sin lucha, ni lucha sin enemigos” (Oda 6 del Canon).
Severo consigo mismo, Vladyka Tikhon era indulgente con los demás. El viernes anterior al Domingo de Ramos, entró en la celda de su amigo, el esquemamonje, Metrófanes, y lo vio sentado a la mesa junto con Cosmás Ignatievich, a quien también apreciaba. Había pescado en la mesa, y sus amigos estaban disgustados (el pescado no está permitido durante la Cuaresma, excepto en los días festivos). El Santo dijo: “Siéntense, que los conozco. El amor es más grande que el ayuno”. Incluso tomó un poco de su sopa de pescado para serenarlos.
Amaba especialmente a la gente común y ofrecía consolación en su penosa situación, intercediendo ante los terratenientes y conmoviéndolos a la compasión. Donaba su pensión, así como los obsequios de sus admiradores, a los necesitados.
Con sus actos de abnegación y amor al alma, el Santo progresó en la contemplación del Cielo y previó el futuro. En 1778, tuvo una visión en sueños: la Madre de Dios estaba en las nubes, y junto a ella estaban los apóstoles Pedro y Pablo. De rodillas, el Jerarca oró a la Virgen Purísima por la paz del mundo entero. El Santo Apóstol Pablo exclamó en voz alta: “Cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina” (1 Ts 5:3). El Obispo Tikhon durmió temblando y llorando.
Al año siguiente, volvió a ver a la Madre de Dios en el aire y a varias personas cerca de ella. El Santo se arrodilló, y cerca de él otros cuatro con vestiduras blancas también se arrodillaron. El Jerarca suplicó a la Virgen Purísima que no lo abandonara (no le dijo a su asistente de celda quiénes eran las cuatro personas ni para quién se hacía la petición). Ella respondió: “Que se haga como pides”.
San Tikhon profetizó mucho sobre el futuro, en particular sobre la victoria de Rusia sobre los franceses en el año 1812. Más de una vez lo vieron en un estado de éxtasis espiritual, con un rostro transformado y radiante, pero prohibió hablar de ello.
Durante tres años, antes de su reposo, oró cada día: “Dime, oh Señor, mi fin”. Y una voz suave al amanecer dijo: “Será un domingo”. Ese mismo año, vio en sueños una hermosa pradera con maravillosos palacios. Quiso entrar, pero le dijeron: “Dentro de tres años podrás entrar. Por ahora, continúa con tus labores”. Después de esto, el Santo se encerró en su celda y solo recibió a unos pocos amigos.
Prepararon sus vestimentas y una tumba para su dormición. A menudo venía a llorar sobre su ataúd, oculto en un armario. Un año y tres meses antes de partir, en un sueño vívido, le pareció estar en la iglesia del Monasterio. Un sacerdote conocido llevaba al Divino Niño, cubierto con un velo, fuera del altar por las Puertas Reales. Vladyka se acercó y besó al Niño en la mejilla derecha, y él sintió un fuerte dolor en su mejilla izquierda. Al despertar, el Santo sintió entumecimiento en la mejilla izquierda, la pierna izquierda y temblor en la mano izquierda. Aceptó ésta aflicción con alegría.
Poco antes de su reposo, san Tikhon vio en sueños una escalera alta y sinuosa, y se le ordenó subirla. “Al principio, sentí temor debido a mi debilidad”, le dijo a su amigo Cosmás. Pero cuando empecé a subir, la gente que estaba alrededor de la escalera me elevaba cada vez más, hasta las mismas nubes”.
“La escalera”, dijo Cosmás, “es el camino al Reino Celestial. Quienes te ayudaron fueron aquellos a quienes tú ayudaste con tus consejos, y por eso te recuerdan”. El Santo dijo entre lágrimas: “Yo también lo pensé. Siento que mi fin está cerca”. Participó con frecuencia en los Santos Misterios durante su última enfermedad.
Vladyka Tikhon durmió en el Señor, según le fue revelado, el domingo 13 del mes de agosto del año 1783, a la edad de cincuenta y nueve años. El primer descubrimiento de sus reliquias tuvo lugar el 14 de mayo de 1846. San Tikhon fue glorificado el domingo 13 de agosto de 1861.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2025). Saint Tikhon, Bishop of Voronezh, Wonderworker of Zadonsk and All Russia. New York, Estados Unidos: OCA.
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