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SANTO Y JUSTO MELQUISEDEC, REY DE SALEM Y SACERDOTE DEL DIOS ALTÍSIMO

conmemorado el 22 de mayo.


El Santo y Justo Melquisedec, Rey de Salem (Jerusalén) y Sacerdote del Dios Altísimo, “cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz” (Hb 7:2), sentó las bases de la ciudad donde aparecería el Mesías. Según Mar Jacob de Serug, Melquisedec era cananeo, afirmando que la ubicación misma de su reino da testimonio de ello. Ciertamente nació y durmió en el Señor, pero las Escrituras ocultan deliberadamente ambos sucesos; “sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre” (Hb 7:3). Melquisedec (que aparece repentinamente en las Escrituras y luego desaparece) es considerado, pues, un tipo de Cristo (Hb 5:6, 10; Hb 6:20; Hb 7:2). No recibió su sacerdocio de ningún otro sacerdote ni lo transmitió a nadie más. En su homilía “Sobre Melquisedec, Sacerdote del Dios Altísimo”, Mar Jacob de Serug afirma que los sacerdotes del pasado derramaban sangre de animales al ofrecer sacrificios a Dios. En cambio, Melquisedec fue constituido sacerdote “por los sacrificios de su alma” y no sacrificaba animales ni ofrecía nada más que a sí mismo a Dios. Melquisedec no se ataviaba con vestidos espléndidos como Aarón; y en vez de ofrecer bueyes y carneros, Melquisedec ofrecía sus santas oraciones con un corazón puro. El Hijo de Dios se asemeja a Melquisedec, porque su sacerdocio no tiene principio ni fin, y se ofreció a sí mismo al Padre como sacrificio perfecto. Como sacerdote, Cristo se presentó en el lugar del sacrificio, disponiendo su cuerpo en el altar de la cruz y derramando su sangre por nosotros.

Melquisedec se encontró con el patriarca Abraham cuando éste retornaba de su victoria sobre Quedorlaomer y los reyes (Gn 14:17-24). Le llevó pan y vino y lo bendijo diciendo: “Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano”. Al ofrecerle pan y vino a Abraham, Melquisedec prefigura la Liturgia de la Iglesia.

Así, el Santo y Justo Melquisedec se aparece superior a Abraham, porque lo bendijo. Abraham, el menor de los dos, no se atrevió a bendecir a quien era superior a él (Homilía de Mar Jacob, línea 299). Abraham aceptó la bendición y lo ofreció el diezmo de su botín, mostrándole además reverencia (Homilía, línea 310).

El sacerdocio de Melquisedec es superior al de Aarón, porque Melquisedec bendijo a Abraham. Al dar el diezmo a Melquisedec, Abraham, antepasado de Aarón, demostró que lo reconocía como sacerdote. A través de Abraham, la tribu de Leví ofreció las primicias a la imagen del Hijo de Dios que se advertía en Melquisedec. Sin embargo, el Señor no eligió provenir de la tribu de Leví, sino de la familia de los reyes.

Melquisedec no sirvió “según el sacerdocio que iba a ser disuelto, sino según el que perdura espiritualmente por los siglos; y puesto que su sacerdocio nunca fue anulado en cuanto al servicio, he aquí cómo se habla de él como viviente, mediante su sacerdocio” (Homilía, líneas 361-364).

El Santo Rey y Profeta David habla de él como un sacerdote que nunca moriría (Sal 109/110:4). Al meditar en el Mesías, para compararlo con alguien a quien debía asemejarse, no pensó en nadie del sacerdocio de Aarón. En cambio, eligió a Melquisedec, quien proveyó para su Liturgia sin víctimas sacrificiales. El ministerio espiritual de éste hombre, que era a semejanza del Hijo, es incomprensible. Llevaba dos coronas, una oculta y la otra manifiesta. Tenía autoridad en dos ámbitos diferentes. Era un rey terrenal que jamás combatió a quienes moraban sus fronteras, preservando su paz (Homilía, línea 538). Solo anhelaba paz y justicia (Homilía, línea 542). La Iglesia recuerda a Melquisedec al comienzo de la Gran Cuaresma: “Imitad a ese Sacerdote de Dios, a ese Rey solitario (Hb 7:3), imagen de la vida de Cristo en el mundo entre los hombres” (Jueves de la primera semana de la Gran Cuaresma, Gran Canon de San Andrés de Creta, Oda 3).

Al Justo Melquisedec también se lo conmemora el Domingo de los Santos Antecesores.



REFERENCIAS

Orthodox Church in America. (2025). Righteous Melchizedek, King of Salem. New York, Estados Unidos: OCA.

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