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SANTO Y JUSTO PROCOPIO, LOCO POR CRISTO Y TAUMATURGO DE ÚSTIUG

conmemorado el 08 de julio.


El Santo y Justo Procopio de Ústiug (ru. Святой праведный Прокопий Устьянский) era un “católico-romano” alemán y, según algunas fuentes, su nombre era Jacob Potharst. Tras la muerte de su padre, en una de las batallas de los prusianos con los alemanes, Procopio se vio obligado a abandonar Prusia Oriental.

Cargó sus riquezas en barcos y se fue a Nóvgorod. Allí dirigía un negocio comercial, cuando en el año 1243 quedó cautivado por la hermosura de los servicios litúrgicos ortodoxos. Se convirtió a la ortodoxia, repartió sus bienes y posesiones entre los menesterosos y se convirtió en monje en el Monasterio del Venerable Barlaam de Khutyn en las afueras de Nóvgorod.

Pasado un tiempo, huyendo de la notoriedad, partió hacia Ústiug, donde el Justo Procopio eligió realizar la prueba de la insensatez (i. e. locura) por Cristo, pretendiendo hacerse el loco para alcanzar la máxima humildad. Así se convirtió en el primer Loco por Cristo de Rusia.

Tuvo que pasar por muchas aflicciones para lograr ésta difícil hazaña. Con tres varas de madera, caminaba descalzo y andrajoso durante todo el año. Dormía en los pórticos de la iglesia o simplemente en el suelo. Aceptaba limosnas de la gente sencilla y compasiva, pero jamás de los acaudalados, por cuanto consideraba que éstos habían obtenido sus posesiones por vías inicuas, a pesar de que ésto lo haría pasar hambre durante varios días.

Un día atrozmente frío cuando aún las aves se congelaron en pleno vuelo, Procopio estaba buscando refugio, pero nadie lo dejó entrar. Deseó calentarse acostándose junto a algunos perros, pero huyeron. Procopio moría de frío. De pronto sintió una ola de calidez celestial y el toque de un ángel en su rostro. Eso agració al Bendito Loco con calidez y vigor. Relató éste milagro a un clérigo de la catedral llamado Simeón y le pidió que no se lo dijera a nadie antes de su muerte.

El don de la clarividencia fue otorgado al necio de Dios por todos sus sufrimientos y hazañas. Una vez se inclinó ante una niña de tres años y le dijo a su madre: “Ésta es la madre de un gran Santo”. Esa niña se convirtió en la madre del prelado Stepán (gr. Στέφανος, ru. Степан), Obispo e Iluminador de Perm.

En el año 1290, Procopio estuvo recorriendo la ciudad durante una semana pidiendo a los ciudadanos que se arrepintieran y oraran a Dios por la liberación del destino de Sodoma y Gomorra. Nadie le creyó. Súbitamente, una nube sombría apareció en el cielo y se hizo cada vez más grande, convirtiendo el día en noche. Una terrible tormenta con relámpagos y truenos rugientes sacudió las paredes de los edificios. Era tan fuerte y ruidoso que las personas no podían escucharse entre sí. La premonición del fin del mundo abrumaba a la gente. Se apresuraron a la catedral donde el Justo Procopio se encontraba orando ante el icono de la Anunciación a la Theotokos. Entonces el mundo entero fue testigo de un milagro: la mirra empezó a fluir del icono como un signo de misericordia concedida a la ciudad por la Theotokos.

La mirra era tan abundante que la gente podía llenar los vasos de la catedral. Los ungidos se curaron de diversas enfermedades. Entonces el aire sofocante se volvió fresco y el sol apareció en el cielo. En el límite natural de Kotovalski, a poco más de treintaidós kilómetros de Ústiug, las nubes oscuras estallaron con tal granizo y relámpagos que un bosque centenario fue asolado, mientras que ni las personas ni el ganado resultaron heridos. Para conmemorar ésta maravilla de la liberación de la muerte, se estableció la Fiesta del icono Ústiug de la Santísima Madre de Dios.

Todo cuanto obró el Santo y cada palabra que pronunció al hablar con personas virtuosas estaba lleno de exhortaciones y amonestaciones. El Justo Procopio durmió en el Señor a edad muy avanzada en el año 1303 en la puerta del Monasterio de los Arcángeles, cubierto de nieve. Se presenciaron numerosos milagros sobre su sepulcro, y hubo relatos de sus apariciones.

La glorificación eclesiástica del Bienaventurado Procopio, Taumaturgo de Ústiug, tuvo lugar en el Concilio de Moscú del año 1547, y su conmemoración se estableció para el día 08 del mes de julio. La ciudad de Prokopyevsk recibió su nombre en honor al Santo.



REFERENCIAS

La Ortodoxia es la Verdad. (2025). San Procopio el Loco por Cristo y Taumaturgo de Ústiug. Atenas, Grecia: https://laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com

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