conmemorada el 12 de abril.
La Santa Princesa Antusa (gr. Ανθούσα) de Constantinopla era hija del emperador iconoclasta Constantino V (quien reinara entre los años 741 y 775) y su tercera esposa, Evdokia. Ella y su hermano gemelo, el futuro emperador León el Jázaro (775-780), nacieron el 25 de enero del año 750.
Constantino entregó a la Santa Abadesa Antusa de Mantinea (27 de julio) al tormento porque veneraba los santos iconos. Durante una campaña en Paflagonia, la hizo traer nuevamente ante él, prometiéndola tormentos aún mayores si no aceptaba su manera de pensar. Sin embargo, la Santa se mantuvo inamovible en la defensa de los íconos. Constantino dijo que su esposa estaba teniendo dificultades durante su embarazo y pidió a la Abadesa que orara por la emperatriz. Ella accedió y anunció que los niños nacerían sanos y salvos e incluso habló sobre su vida futura.
La hija de la emperatriz Evdokia recibió el nombre de Antusa, en acción de gracias por el parto seguro de los gemelos. Cuando se cumplió la predicción de Santa Antusa, se la permitió regresar a su convento, donde durmió en el Señor a una edad muy avanzada.
Cuando creció, el emperador instó a su hija a casarse. Pero desde su juventud Santa Antusa anhelaba la vida monástica y se rehúso a considerar sus sugerencias. Después de la muerte de su padre, repartió sus posesiones entre los necesitados e hizo uso de sus bienes para adornar muchas iglesias. Se convirtió en madre de huérfanos y también fue amparo de las viudas. Se dedicó por entero a una vida piadosa, elevando su incesante oración al Señor y meditando la Sagrada Escritura. La devota emperatriz Irene (780-802), esposa de León el Jázaro, guardaba un gran amor y estima para con Santa Antusa y la ofreció la corregencia. Santa Antusa, sin embargo, no deseaba ningún honor mundano. Como vivía en palacio, vestía ropa acorde a su posición como hija de un emperador, pero debajo de sus galas portaba un cilicio.
Deseando una vida de ascetismo solitario, Antusa ingresó al monasterio de Santa Eutimia y recibió la tonsura monástica de san Tarasio, Patriarca de Constantinopla (25 de febrero). Fundó el Monasterio Omonía (gr. Ομονοίας, “Concordia”, “Caridad”) en Constantinopla, conocido por su estricta Regla. Santa Antusa fue ejemplo de humildad para las demás monjas. Trabajaba duro, limpiaba la iglesia y acarreaba agua. Nunca se sentaba a la mesa durante las comidas, sino que servía a las hermanas. Se aseguró de que nadie partiera del Monasterio en necesidad.
La humilde y generosa asceta vivió hasta los cincuenta y dos años y durmió pacíficamente el Señor en el año 801. Otras fuentes dicen que reposó en el año 808 a la edad de cincuenta y siete años.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2024). Venerable Anthusa of Constantinople. New York, Estados Unidos: OCA.
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